Otilio Romano era juez. Huyó a Chile en agosto de 2011, un día antes de ser destituido por el Consejo de la Magistratura para ser juzgado por su complicidad en 102 delitos de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, cuando era fiscal.
Entre enero y febrero de este año, Romano, quien permaneció en Chile bajo la figura de "arraigo" y con detención domiciliaria nocturna, fue sometido a extensos interrogatorios a cargo del ministro Adalís Oyarzún, quien instruyó el proceso de extradición en su contra desde un comienzo, y luego fue el juez Muñoz quien se hizo cargo de la causa de extradición.
Todavía hay mucha dictadura respirando en los tribunales. La democracia avanza a pesar de todo.
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