martes, 22 de noviembre de 2011

NUEVOS JUECES, FISCALES Y DEFENSORES





Los 36 pliegos fueron firmados por la presidenta Cristina Fernández y permite que ya asuman en sus cargos. Se había aprobado por el Senado el 2 de noviembre, en la primera sesión tras las elecciones generales. Quiénes son los nuevos integrantes de la Justicia.




La presidenta Cristina Fernández firmó en las últimas horas los pliegos de los nuevos integrantes de la Justicia que permite que ya asuman en sus cargos. Habían sido aprobados por el Senado el 2 de noviembre, en la primera sesión tras las elecciones generales.

Se trata de 30 jueces, cuatro fiscales y dos defensores, cuyos pliegos fueron firmados anoche por la primera mandataria. La información fue publicada hoy en el Boletín Oficial.

Entre los jueces designados se encuentran dos futuros miembros de la Cámara Nacional de Casación Penal (que pasará a llamarse Cámara Federal de Casación Penal), Ana María Figueroa y Juan Carlos Gemignani. Los otros funcionarios designados son once jueces de Cámara, 17 jueces de primera instancia, dos defensores oficiales y cuatro fiscales.

Además de Figueroa y Gemignani, la nómina incluye a los magistrados Carlos Fernández, Federico Salvá, Julián Falcucci, Mario Juárez Almaraz, Juan Carlos Reynaga, Fernando Klappenbach, Santiago Zavalía, Hernán López, Pablo Ormaechea, Jorge De Santo, Diego Slupski, y Fabiana Palmaghini.

También a Yamine Bernan, Osvaldo Rappa, Santiago Inchausti, Pablo Seró, Noemí Berros, Gustavo Villanueva, Fernando Poviña, María Morgese Martín, Alberto Recondo, Omar Peralta, Karina Zucconi, Alicia Vence, Mariano Lozano, Mateo Busaniche, Pablo Candisano Mera y Julia Villanueva.

Los fiscales designados son Walter Rodríguez, Carlos Cearras, Roberto Salum y Patricio Sabadini, mientras los defensores públicos son Enzo Di Tella y Patricio Varela.




sábado, 5 de noviembre de 2011

ALFREDO ASTIZ



ALFREDO ASTIZ

Los ex marinos Alfredo Astiz y su jefe, Jorge "Tigre" Acosta, fueron condenados a prisión perpetua junto a otros 10 acusados por los crímenes de lesa humanidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura.


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Pensemos en José de San Martín, que llegó de España con todos los honores y se puso a organizar el ejército para la Independencia de la patria, cruzó Los Andes para liberar a la Argentina, Chile, Perú...

... y después pensemos en ALFREDO ASTIZ, retengamos las arcadas y repasemos: un joven militar argentino que se especializó en espiar, infiltrarse en un grupo de madres que buscan a sus hijos secuestrados y asesinados por los militares colegas suyos, mentir, aparecer con una detenida obligándola a pasar por su hermana, secuestrar a militantes populares y torturarlos para que confiesen y delaten a sus compañeros, matar a civiles desarmados, invadir un islote despoblado y entregarse, rendirse a los ingleses sin pelear, cobardemente, amenazar con su talento de asesino de periodistas o políticos…


2
El Grupo de Tareas 3.3.2.

El apoyo de los altos mandos de la Marina al GT fue expreso. El almirante Emilio Massera asistió a su conformación y dictó una conferencia inaugural a los oficiales designados, concluyendo con una exhortación a los mismos de 'responder al enemigo con la máxima violencia, sin trepidar en los medios'.

El mismo Massera participó en los primeros operativos clandestinos del GT con el nombre de guerra 'Negro' o 'Cero' para demostrar su compromiso con la tarea asignada a sus oficiales. Este grupo estaba integrado originariamente por una docena de oficiales. Su actividad fue aumentando en forma paulatina y en el breve período de siete meses se produjo simultáneamente el crecimiento numérico del personal del GT y el choque y rompimiento con el Servicio de Inteligencia Naval (SIN), logrando una autonomía operativa al pasar a depender en forma directa del Comandante en Jefe del Arma a través del Director de la ESMA, el entonces Capitán de Navío -luego ascendido a contraalmirante- Rubén Jacinto Chamorro (a) 'Delfín' o 'Máximo' "

JORGE "TIGRE" ACOSTA

Al producirse el golpe militar del 24 de marzo de 1976, Alfredo Astiz fue asignado a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Astiz estaba bajo el mando del capitán de corbeta Jorge Eduardo "el Tigre" Acosta, cerebro del GT 3.3.2.

En el marco de la represión ilegal, en la ESMA se organizó un centro clandestino de detención y el GT realizaba operaciones ilegales encubiertas.

El Grupo de Tareas 3.3.2 realizó gran cantidad de secuestros ilegales, llevando a los detenidos-desparecidos a la ESMA, donde se estima fueron detenidos y secuestrados alrededor de 5.000 personas, de las cuales menos de un 5% sobrevivieron. Como fue contado en detalle por otro represor de la ESMA, Adolfo Scilingo, el modo básico de hacer desaparecer definitivamente a los detenidos, era a través de los denominados "vuelos de la muerte", mediante los cuales se sedaba a los detenidos-desaparecidos y se los tiraba vivos al mar mediante aviones militares.


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1977: El grupo de la iglesia Santa Cruz

A Alfredo Astiz se le encomendó la tarea especial de infiltrarse en las organizaciones de Derechos Humanos y en especial en la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Para ello adoptó el nombre falso de Gustavo Niño, simulando ser familiar de un detenido-desaparecido. Cierto día, apareció en una de las runiones con "su hermana", una chica delgada y rubia (después se supo que era una detenida que estaba en la ESMA y era obligada a colaborar en el plan de Astiz).

Las madres solían referirse a él cariñosamente como "el rubito", debido al tono rubio de su cabello y sus ojos azules. En ese caracter Astiz se desempeñó activamente y su nombre supuesto llegó a figurar en la solicitada reclamando la libertad de una lista de detenidos-desaparecidos que las organizaciones de derechos humanos publicaron en el diario La Nación el 10 de diciembre de 1977.

Nadie podía imaginar que "Gustavo Niño" era en realidad el Capitán de Fragata Alfredo Astiz, y que dirigía el grupo de tareas e inteligencia GT 3-3-2, de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el mayor centro clandestino de tortura y muerte de la dictadura militar en Argentina.

Engañadas, las madres estaban preocupadas por la vida de Gustavo, el amable. "Por favor, cuidate mucho, es muy peligroso para vos venir a estas reuniones, sos tan joven todavía", le aconsejaban. Astiz también participaba todos los jueves de los encuentros y rondas de las "Madres" en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada. Las "Madres" manifestaban pacíficamente con sus vueltas a la Plaza , para reclamar la aparición de sus hijos y el castigo a los culpables. Astiz pasaba obedientemente toda información a sus superiores.

"Gustavo Niño", también solía acompañar a las madres y otros activistas de los derechos humanos, en sus reuniones y actividades en la iglesia Santa Cruz perteneciente a los padres pasionistas, en el barrio San Cristóbal de Buenos Aires y jugar con las niñas y niños que integraban la agrupación de boy scouts de la parroquia.

ALICE DOMON y LEONIE DUQUET
fotografiadas en la ESMA

En diciembre de 1977 se tomó la decisión de hacer desaparecer al grupo de derechos humanos que se reunía en la iglesia Santa Cruz, en gran medida debido a que la exposición de Astiz había sido muy alta. Entre el 8 y el 10 de diciembre el "Grupo de Tareas 3.3.2" secuestro y detuvo clandestinamente al grupo de Santa Cruz,
bajo el mando de Alfredo Astiz. El GT secuestró a un grupo de 12 personas vinculadas a la Madres de Plaza de Mayo:

Azucena Villaflor de Vicenti, Esther Ballestrino de Careaga, María Ponce de Bianco (las tres fundadoras de Madres de Plaza de Mayo), las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, y los activistas de derechos humanos Angela Auad, Remo Berardo, Horacio Elbert, José Julio Fondevilla, Eduardo Gabriel Horane, Raquel Bulit y Patricia Oviedo. Durante el operativo Astiz siguió aparentando ser un familiar y fue señalando con un abrazo en el atrio de la iglesia a quienes debían ser secuestrados. Durante varios años se consideró que Gustavo Niño era un desaparecido y se lo incluyó en las listas por cuyas vidas se reclamaba.


La mayor parte del grupo fue secuestrado en la Iglesia Santa Cruz ubicada en el barrio de San Cristóbal (calle Mexico y 24 de noviembre) de la ciudad de Buenos Aires, donde solían reunirse.

Los doce miembros de la iglesia Santa Cruz fueron torturados y asesinados al ser arrojados al mar en un vuelo de la muerte. En 2005 algunos de sus cuerpos serían hallados enterrados como NN en el cementerio de General Lavalle, cercano a las playas a las que las corrientes marinas los habían arrojado en 1977.

4
El Caso HAGELIN

El 27 de enero de 1977, la ciudadana sueco-argentina Dagmar Ingrid Hagelin de tan sólo 17 años, salía de su domicilio para ir a visitar a su amiga Norma Susana Burgos en la localidad de El Palomar.

Esa mañana, al cruzar el portal de la casa de Burgos, dos hombres aparecieron saltando por un pasillo lateral, y la encañonaron, momento en el cual dio media vuelta y empezó a correr, mientras los dos hombres que salieron por el costado, salían tras ella. Uno era un teniente de corbeta rubio de ojos celestes, llamado Alfredo Astíz, y el otro era un cabo de la subcomisaría de El Palomar de apellido Peralta.
Según testimonios, Dagmar corrió lo más rápido posible e incluso ganaba terreno (era una atleta avanzada) a sus perseguidores y cuando se aprestaba a doblar en la esquina para perderlos de vista, Alfredo Astíz al grito de: “¡Parate flaca si no te tiro! ¡Parate flaca si no te tiro!” Puso su rodilla izquierda en la calle, apunto su pistola con ambas manos y gatilló una sola vez. El impulso que llevaba Dagmar, más el impacto de la bala, hizo que cayera de bruces. Su cara pegó contra una doble hilera de ladrillos que oficiaban de vereda, y ya no pudo reincorporarse. Ahí sus perseguidores se dividieron. El marino continuó su carrera hacia ella y se detuvo junto al cuerpo caído, aún apuntándole con su pistola…

El día anterior, 26 de enero, Norma Susana Burgos había sido detenida, la habían interceptado en plena calle, se la acusaba de pertenecer a la organización Montoneros, y en su legajo había un hecho incontrastable: había sido la esposa de Carlos Caride, un dirigente de esa organización, muerto en combate con las fuerzas represivas. Sus captores pertenecían al Grupo de Tareas 3.3.2 de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA)

5
1982: SOLDADO COBARDE

Durante la guerra en el Atlántico Sur con el Reino Unido por la posesión de las Malvinas en 1982, Alfredo Astiz dirigió un grupo de marinos denominado "Los lagartos" que ocupaban una guarnición en el archipiélago de las Georgias del Sur.

Astiz cobró notoriedad al rendirse ante las tropas inglesas en las Islas Georgias del Sur, donde comandaba las fuerzas argentinas y por ello la prensa le recuerda como un cobarde que se rindió "sin disparar un solo tiro".

Fue hecho prisionero por el ejército británico, el 25 de abril, tras la rendición argentina en Malvinas y fue trasladado a Gran Bretaña para ser interrogado por los gobiernos de Francia y Suecia. Ambos países y la Comisión Argentina de Derechos Humanos le responsabilizaron de la muerte en 1977 de la ciudadana sueco-argentina, Dagmar Hagelin, de 17 años.

En junio de 1982, Astiz fue puesto en libertad porque al amparo de la Convención de Ginebra sobre Prisioneros de Guerra impedía su interrogatorio. La prensa afirmó que fue canjeado por tres periodistas o por el avión inglés "Vulcán".

En febrero de 1984, cuando se disponía a viajar a Roma, el entonces ministro de Interior Antonio Troccoli ordenó que se le impidiese salir del país, por haber sido acusado de cometer graves violaciones de los derechos humanos. El 9 de diciembre de 1984, la Justicia Civil, presionada por países europeos, ordenó su detención y procesamiento por la desaparición en 1977 de la ciudadana sueca y las monjas francesas.

El problema llegó a ser político más que jurídico y amenazó el equilibrio entre el gobierno y el ejército argentino. En principio salió victoriosa la Marina y el 5 de marzo de 1985, Astiz fue puesto en libertad.


1987: OBEDIENCIA DEBIDA Y ASCENSO

Astiz se vio beneficiado por la Ley de Obediencia Debida, dictada en 1987 por el Gobierno del presidente Raúl Alfonsín. Acogido a esta ley, fue puesto en libertad y el 22 de diciembre de 1987 fue ascendido a capitán de corbeta.

1988: ABSUELTO

En febrero de 1988, la Corte Suprema argentina lo absolvió, por prescripción del posible delito de estar implicado en la desaparición de Dagmar Hagelin.

Astiz fue el primer ex oficial del régimen de facto juzgado y condenado en el exterior. En 1990,
el 16 de marzo, la justicia de Francia lo condenó en rebeldía a reclusión perpetua por el secuestro, torturas y desaparición de las monjas francesas Alice Domont y Leonie Duquet, quienes también estuvieron cautivas en la bonaerense Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde funcionó la más grande cárcel ilegal que había montado el régimen dictatorial argentino.

En septiembre y octubre de 1995, Alfredo Astiz sufrió agresiones por parte de un ex detenido en un centro ilegal de detención y torturas y posteriormente por dos jóvenes que le insultaron por su papel represor. Estas agresiones obligaron a la Policía a asignarle una "custodia personal".

1998: SOY EL MEJOR PARA MATAR...

El 15 de enero de 1998, admitió en una entrevista que publicó el semanario "Tres Puntos", que la Marina le enseñó "a destruir, a poner bombas, a infiltrarme y a matar" y afirmó que era "el mejor preparado" en el país "para matar a un político o un periodista". Primero fue destituído y luego fue condenado a tres meses de prisión en suspenso por apología del delito.


2007: CAUSA WALSH

El ex capitán de la Armada, Alfredo Astiz, fue indagado el 7 de marzo, en los tribunales federales de Comodoro Py, por el juez Sergio Torres en la causa que investiga el secuestro, desaparición y posterior apoderamiento de los bienes del escritor y periodista Rodolfo Walsh.


a ampliación de indagatoria se produjo en el marco de la megacausa ESMA, que investiga los crímenes de lesa humananidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada, el mayor centro clandestino de detención de la última dictadura militar. El represor fue conducido a los tribunales desde el Destacamento Naval, donde cumple prisión preventiva, ante el magistrado, quien tramita esta causa, desprendimiento de la megacausa ESMA. Alfredo Astiz, que es asistido por el abogado: Juan Aberg Cobo (h).


El fiscal federal Eduardo Taiano pidió que el ex marino Alfredo Astiz y otros nueve agentes que se desempeñaron en la ESMA durante la última dictadura sean sometidos a juicio oral por el secuestro y la desaparición forzada del escritor Rodolfo Walsh, en marzo de 1977.


El requerimiento de elevación a juicio presentado por el fiscal alcanza (además de a Astiz) a los ex militares Jorge Acosta, Pablo García Velasco, Jorge Radice, Juan Carlos Rolón, Antonio Pernías y Julio César Coronel. También, al ex comisario Ernesto Weber, al prefecto retirado Héctor Febres y al ex oficial penitenciario Carlos Generoso. Todos ellos fueron procesados por el juez federal Sergio Torres y están presos en el marco de esta causa desde octubre de 2005.

El expediente por la desaparición de Walsh es un desprendimiento de la megacausa ESMA, que investiga los crímenes cometidos durante la última dictadura en el centro clandestino de detención que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada, del barrio de Nuñez. De acuerdo con las constancias del expediente, Rodolfo Walsh fue baleado a plena luz del día, en la esquina porteña de San Juan y Entre Ríos, el 25 de marzo de 1977. Había llegado hasta allí para reunirse con José María Salgado, que -como el escritor- militaba en Montoneros.


Esa cita, según las conclusiones del juez, había sido arreglada por integrantes del grupo de tareas 3.3.2 de la ESMA, al que pertenecían los diez procesados que el fiscal pidió someter a juicio. Tras el grito de alto, dicen los testimonios reunidos en la causa, Walsh se escondió detrás de un árbol e intentó defenderse a los tiros. "Walsh resistió enérgicamente su captura, en razón de lo cual recibió numerosos disparos de armas de fuego que le provocaron heridas de gravedad -relató Taiano en su presentación-. Inmediatamente después, Walsh fue trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada y, hasta el día de la fecha, permanece en calidad de desaparecido."


Astiz y sus cómplices están acusados también de haberse apoderado de los bienes que Walsh llevaba consigo cuando lo detuvieron y de haber saqueado la casa del escritor en San Vicente.







jueves, 3 de noviembre de 2011

LOS TRANSFUGAS





La jueza federal María Romilda Servini de Cubría citó a indagatoria a los dueños y presidentes de 6 casas de cambio de moneda y empresas de turismo por venderle dólares a los llamados "coleros" sin advertir que la maniobra podría encubrir lavado de dinero.

La magistrada también citó a indagatoria a 9 "coleros", como se llama en la jerga a quienes compran dólares para otras personas, por haber realizado operaciones por más de 30 mil pesos sin que se registrara el nombre del verdadero comprador de las divisas, informaron fuentes judiciales.

Entre los citados está Alfredo Piano, presidente de Banco Piano, una de las casas de cambio más conocidas, y la medida fue dictada en momentos en que se aplica la resolución de la AFIP que impuso el control del origen de los fondos para comprar dólares.

En su resolución la jueza sostuvo que las compras de dólares por parte de los coleros se hizo "sin declarar el origen de los fondos con los que se efectuó la operación evadiendo de esta forma las normas de previsión de lavado de dinero".

Las indagatorias comenzarán el próximo 14 de noviembre y se extenderán hasta el 22 de diciembre, todas a las 10 de la mañana, y se realizarán por los delitos de asociación ilícita y encubrimiento.

La denuncia fue confirmada en la instrucción de la causa por la jueza Servini que acusó a los dueños de las casas de cambio porque "no podían desconocer las transacciones llevadas a cabo en la entidad por las personas que comúnmente se denominan en la jerga bancaria como 'coleros', teniendo en cuenta el cúmulo de personas que ingresaban a ese establecimiento".

Junto a Piano fueron citados a indagatoria Carlos Mateu, presidente de "Cambio Perseo S.A. Bolsa y Turismo"; Eduardo Dante Roig, de "Antonio Di Giogio S.A.C. y T."; Hugo Paz, de "Italtur S.A."; y Carlos Alberto Reynier, de "París cambio, agencia de cambio y Turismo".

En tanto, los nueve coleros fueron citados por "haber concertado operaciones de cambio no genuinas, en los diferentes bancos o entidades cambiarias por importes superiores a los $ 30.000 en un mismo mes calendario".

Para la magistrada lo hicieron "sin que quedara registrado el verdadero titular de la transacción" y "mediante la negociación de una suma de dinero" a cambio de poner sus datos en la declaración jurada para comprar los dólares.

Así "quedó el real adquiriente de los dólares en el anonimato y sin declarar el origen de los fondos con los que se efectuó la operación evadiendo de esta forma las normas de previsión de lavado de dinero", concluyó la jueza.


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