lunes, 30 de agosto de 2010

En homenaje a nuestros compañeros abogados desaparecidos



















































































Los que abusan la justicia y pisotean la ley, también le tienen miedo. Y le tienen miedo a aquellos que clamando por derechos humanos y por la aplicación de las garantías constitucionales, luchan por un estado social de derecho. Entre los compañeros desaparecidos se encuentran decenas de abogados. En su día, aquí, los homenajeamos humildemente.


ALAIS,Raul Hugo                  06-07-77
ALEMAN,Martin Federico 08-03-78
ALMENDRES,Carlos Alberto 04-10-76
ALTAMIRA, Carlos Felipe 27-05-76
ALVAREZ, Cesar Hector 17-03-77
ANGELUCCI, Domingo 26-01-77
ANTEBI, Cesar Alberto 23-07-76
ANTOKOLETZ, Daniel Victor 10-11-76
AOSTRI, Amado Vicente 10-09-76
ARCHETTI, Hector 24-09-80
ARESTIN, Salvador Manuel 06-07-77
AUAD, Abdala 18-03-77
AYALA, Vicente Victor 16-02-76
BELTUZZI, Angel Enzo 20-05-76
BERRETA, Graciela Alicia 28-12-76
BERNARD,
Jose Pablo
07-03-76
BETTINI, Antonio Bautista 18-03-77
BIGI MARQUEZ, Jorge Alberto 01-12-76
BUSTOS, Maria Cristina Vda.Coronel 16-03-77
CALABRO, Elda Leonor 15-06-74
CANDELORO, Jorge 06-07-77
CARRILLO RODRIGUEZ, Fausto Augusto 16-08-76
CASARIEGO DE BEL, Juan Carlos 16-06-76
CATALA, Alfredo Eduardo 08-05-77
CONCETTI, Abel 22/5/77
COURTADE, Enrique Gaston 21-04-77
CHORNI, Adolfo Ernesto 27-06-78
CHUA, Antonio Jorge 07-10-77
DEL GESSO, Juan Domingo 26-03-76
DOLDAN,Graciela Maria de los Milagros 26-04-76
ELENZVAIG, Luis Natalio 19-05-77
EPSTEIN, Monica Hortensia 23-12-76
ESPAÑA, Nestor Julio 27-11-76
EVEQUOZ FRAGA, Manuel Hugo 01-11-76
FALCONE, Norma Raquel 22-07-78
FASSI, Roberto 26-11-76
FERNANDEZ, Monica Noemi 20-11-77
FERNANDEZ BAÑOS, Hector Hugo 08-05-79
FERNANDEZ BLANCO, Antonio 01-04-76
FRESNEDA, Tomas Jose 06-07-77
GALLARDO, Rodolfo Gustavo 12-05-76
GARAT, Eduardo Hector 13-04-78
GATTO, Carlos Oscar 29-04-76
GIORDANO CORTAZZO Hector Orlando 09-06-78
GOMEZ, Conrado Higinio 10-01-77
GONZALEZ VELARDE Juan Carlos 26-03-76
GUTIERREZ, Rodolfo 06-02-78
HERIQUEZ, Hernan Jorge 04-05-77
HERNANDEZ, Mario Angel 11-05-76
HIDALGO SOLA, Hector 19-07-77
HOCHMAN, Abraham 17-08-78
HODOLA, Oscar Luis 12-05-77
ISRAEL, Teresa Alicia 08-03-77
KNOBEL, Carlos 12-11-76
LA BLUNDA, Pedro 00-03-76
LESCANO, Luis Alejandro 13-03-76
LOPEZ, Mirta Graciela 23-06-78
MALBERTI RISSO PATRON,Jorge Eduardo 27-03-76
MARTIN, Nestor 16-12-70
MEDINA,Daniel Reynaldo 15-10-76
MEDINA ORTIZ, Gustavo Miguel 10-10-75
MIGUEL, Guillermo 23-11-77
MOLINA, Dardo Francisco 17-12-76
MONTESANO DE OGANDO Stella Maris 16-10-76
MOURIÑO GONZALEZ, Eusebio Jesus 06-11-76
NOE, Victor Jacobo 26-10-76
NORIEGA, Carlos 01-02-77
OCERIN , Carlos Abel 24-03-77
ORTIZ, Nelly Esther 28-11-76
ORO, Alberto Marcelo 30-10-76
OSHIRO, Oscar 21-04-77
PALUDI, Osvaldo Cayetano 13-04-76
PAREJAS GALBIATI, Jose Alfredo 12-03-77
PATRIGNANI, Carlos Alberto 23-12-76
PEIRANO, Edith Mercedes 15-04-77
PELLEGRINI VITA, Carmen 27-05-77
PERETTI DE GALLARDO,Nora Graciela 12-05-76
PESCI, Eduardo 23-10-78
PODGAETZKY, Mario 14-10-76
PRATO, Amanda Virginia 12-02-78
QUIETO, Roberto 28-12-75
RATTI, Rodolfo Miguel Ernesto 23-02-77
REBORI, Jorge Luis 01-02-77
SAID, Elias 01-11-76
SAID, Jaime Eduardo 24-11-76
SANGIORGIO, Carlos Andres 24-08-76
SANJURJO, Eduardo Antonio 05-07-76
SANTUCHO,Manuela Elmina del Rosario 14-07-76
SAUR DE GALUPPO, Maria Graciela 21-09-76
SCHTEINGART DE TESTE,Maria Susana 12-11-76
SEMAN, Elias 16-08-78
SFORZA ,Juan Pedro 05-09-77
SINIGAGLIA, Roberto Juan Carmelo 11-05-76
SOBEL, Hector Natalio 20-04-76
SOSA, Antonio 16-07-77
SURRACO, Basilio Pablo 14-03-78
TABOADA DE DILLON,Marta Angelica 00-10-76
TESTE, Jorge Horacio 12-11-76
TURK, Jorge Ernesto 28-05-76
VACA NARVAJA, Hugo 10-03-76
VALERA, Baldomero Juan 30-03-76
VALVERDE, Eduardo Jorge 24-03-76
VAN GELDEREN, Roberto Ricardo 31-05-77
VARGAS ALVAREZ,Jorge 12-06-76
VAZQUEZ DE GARCIA, Maria 13-07-77
VELLAS CEBALLOS, Horacio Ramiro 01-06-76
VENDRELL, Alberto Jorge 19-05-78
VERA, Ruben 19-08-78
VOCOUBER, Hugo Rogelio 00-10-80
WEJERMAN DE GLAZ, Esther 16-01-77
YACUB CHERVIN, Mario Gerardo 01-11-76
YEDRO, Roberto Horacio 13- 12-76
ZELAYA MAS, Jose Raul 06-10-78

http://www.desaparecidos.org/arg/victimas/abo.html

domingo, 29 de agosto de 2010

ENTREVISTA A LIDIA PAPALEO



Tiene las manos delicadas. Cuidadas. Con intensidad, casi las entrelaza alrededor de la taza de té. Toma un sorbo. Otro. Y otros tantos a lo largo de las más de 2 horas de entrevista. Lo hace de a poco. Sin apuro. Con una serenidad meditada, que no tuvo el 16 de septiembre de 1976, cuando bajó del avión abrazando, con esas mismas manos, no una taza, sino una urna. Llevaba las cenizas de David Graiver. El gran amor de su vida había quedado reducido a cenizas cuando el avión en que viajaba se había estrellado en México, el 7 de agosto de ese año. “Fue un atentado. Estos tipos le han pedido a la CIA que lo limpien”, dispara, segura.


“Mi mamá, que conocía muy bien nuestro amor, pensó que yo me iba a querer matar. Entonces, me trajo a la gente de la Cruz Roja, que me enchufa medicación. En el velatorio me tiré dormida abajo el cajón, estaba totalmente descolocada. No podía entender, no había explicación. Los dos teníamos una absoluta idolatría por nuestra hija, y sin duda esa fue la bandera de la que me agarré para vivir. Y para que mi hija tuviera, me lo prometí, la verdad acerca de su padre yo iba a seguir”.

-Su hija María Sol es la misma que hoy pide que no la involucren con Papel Prensa y que desmiente sus dichos.

-En el Consejo de Guerra, cuando terminé y me permitieron hablar sola, dije que estaba orgullosa de mi marido y “por el fruto se conocerá al árbol”. Y que el fruto de nuestro amor, nuestra hija, iba a ser como nosotros, pero me equivoqué.

Está sentada a la cabecera de una mesa de oficina para 8 personas. Maneja los tiempos. Sus tiempos. Ya no siente ese miedo que se mimetiza en la piel. Siente fuerza. Arrojo para llegar a la verdad. Su verdad. “Esta es una historia de amor. Cuando yo presiento la ternura en el hombre, a mí me conmueve. Es como tocarle el corazón. David era un hombre tremendamente tierno. Dormíamos de la mano, y el gordo, que era enorme y se me venía encima…Él me había prometido que se dedicaba 5 años más a ser empresario y, después de eso, iba a ser historiador económico de la Argentina. Pero quería hacerlo con libertad y para eso no iba a vivir en la Argentina. No sé si lo hubiera hecho... Éramos cómplices”, asegura.

“Es una historia de amor”, insiste. Atravesada por una intriga familiar, dinero, poder, crímenes de lesa humanidad, despojos económicos, torturas, desaparición y asesinatos. Una historia de amor como, tal vez, no haya otra. Signada por un crimen casi 16 años después de nacer: Lidia tenía 14 años cuando lo conoció, y 30 cuando murió. “Su muerte fue como quedarme sin piel”.

–¿Por qué cree que lo asesinaron?

–Porque murió de la forma más estúpida, contra un cerro, con un avión al que no le andaba el altímetro. Además, días antes, un hombre mexicano, Gabriel Alarcón, muy poderoso que tenía un diario (El Heraldo), le dice a David: “Tu debes vender Papel Prensa, porque te va a costar la vida.” Y yo, que lo único que sabía era que un mes antes había visto sobre un escritorio un logo precioso de papel y preguntado qué era. Me dijo: “es una fábrica de papel”. Salimos del almuerzo y le pregunté a David: “¿qué es esto que te dijo Alarcón?” Y David lo menospreció. Dijo que Alarcón estaba preocupado por algo sin sentido: “viste cómo son los mexicanos”, me dijo. Y yo, cuando desaparece el avión, estando en pista, lo primero que hago es llamarlo a Alarcón. Le digo llorando que el avión había perdido contacto y él me dijo: “Lidia, con el primer rayo de sol yo salgo a buscarlo.”

–¿Alguna vez entendió por qué lo mataron por Papel Prensa?

–No, nunca entendí. Yo supe. Yo no tuve dudas. Nunca. Papel Prensa significaba tener el monopolio del papel en el país, si no era manejado correctamente. La intención de David no era la de un monopolio, y por eso la forma en que él distribuye las acciones. Era muy fuerte que tuviera un canal, que tuviera un diario, una productora de cine y otras cosas. Él apostaba a los medios de comunicación en una forma absoluta.

–Cuando llegó a la Argentina desde México, ¿qué situación vivió?

–La peor etapa. Yo empecé por recibir amenazas inmediatamente después de morir David en agosto de 1976. Y tuve que esperar tres días. Primero tuve que esperar tres días para que el Ejército encontrara el cuerpo. Empezó a haber llamados en México tres o cuatro días después de la muerte de David. Primero, molestando. Después, para decir que teníamos que desaparecer, desprendernos de todo y desaparecer, que íbamos a morir todos. Nadie decía quién era. Después, alguien se presentó como representante sindicalista: “ustedes tienen una deuda, paguen ya”, decía. También hubo una llamada de Montoneros, o eso dijeron. Y me volví a la Argentina. En los Estados Unidos, adonde tuve que ir, me decían que no me volviera, que la situación no estaba dada, pero yo tenía a mi hermano Osvaldo preso, a mi padre imputado y quería estar con mi familia. “Además, ¿por qué razón?”, me preguntaba. “Yo no hice nada malo.” Y volví.

–¿Qué pasó cuando volvió?

–Empecé a ir a la oficina. La segunda persona de David, hacía mucho tiempo, era Jorge Rubinstein. Uno de los primeros días de noviembre, estábamos en la oficina, era tarde. Le pregunto cómo se iba a ir tan tarde. “Porque no voy a manejar más, me tomo un remís.” Nunca llegó a la casa. Lo agarró un vehículo grande allá por la mitad del trayecto, por City Bell, Villa Elisa, al medio. Milagrosamente vivió. No sé qué pasó con el chofer. Pedimos explicaciones en la policía. Nadie dijo nada. Fue internado en un sanatorio, completamente enyesado, y poco después lo operaron del corazón.

–¿Cree que fue un atentado?

–No creo, estoy segura. Para mí, en ese momento en que me estaban amenazando y le pasa esto a Rubinstein, cualquiera hubiera pensado así. ¿Qué hicieron al sacar a Rubinstein del medio? Sacar a la única persona que podía dirigir las empresas. El único que estaba al tanto. Con el hermano de David, Isidoro, no tenía vínculo comercial hacía dos años, que había pasado sin manejar nada de acá. A Rubinstein lo matan para que no hable.

–Cuando Rubinstein sufre ese atentado, ¿ya existían los llamados para que vender Papel Prensa?

–A mí me cita Martínez Segovia (yo ya lo conocía de otras reuniones) al Hotel Plaza y me dice: “Mirá Lidia, en entrevistas con el gobierno, ellos quieren que Papel Prensa se venda únicamente a argentinos y que no pertenezcan a la comunidad judía.” Apenas llegué a la Argentina, por septiembre, y después fue el accidente de Rubinstein, y eso me lo confirma.

–¿Usted no formaba parte de ninguna estructura de negocios?

–Nunca cerré ni abrí ningún negocio. Eso lo hacían él e Isidoro, antes de alejarse. Pero desaparecido Rubinstein, queda Isidoro.

–¿Por qué, si estaba alejado?

–Porque el papá de David, heredero junto con mi hija, tomó actitudes tales como que cuando aparece esta presión de Montoneros para que vayamos a una reunión, yo decido que vaya él, no yo, con una hija de 2 años. No había respiro en la presión. Lo voy a ver a Lanusse. Yo quería que le de la carta mía a Jorge Rafael Videla, como presidente del país. Me dicen: “¿por qué la carta a Videla?” Y yo digo que le tengo que explicar que a mí me dicen que le tengo que vender Papel Prensa a los diarios, que me están amenazando, que “me dicen que usted dice que le tengo que vender todo a los diarios, hacer desaparecer todo”. ¿Cómo les iba a creer a los que venían, si Isidoro había tenido una reunión con un coronel –que terminó preso porque era todo falso–, uno disfrazado de coronel? Un amigo, una persona muy importante, le dice: “Yo te consigo una entrevista con ese ‘coronel.’” Y era un payaso disfrazado.

–¿Realmente pensó que Videla podía ayudarla?

–No ayudarme, yo creía que Videla me iba a escuchar: yo estaba convencida de que Papel Prensa era un bien tan importante para el país, estaba tan orgullosa de eso, que nunca creía que el gobierno iba a permitir un robo de semejante cosa.

-¿Cómo fueron las horas previas al 2 de noviembre de 1976, cuando firman el traspaso?

–Primero, mi suegra, por el amor de su vida, que era su hijo, estaba medicada, muy mal. Estábamos mi cuñado, en defensa de sus papás, yo ni sabía que Isidoro había ido a Clarín a discutir precio. Era un loquero. Voy a esa reunión, ya entregada al pánico totalmente. El 16 de septiembre bajé del avión con las cenizas de mi marido de un lado, mi hija del otro, no dándome cuenta. Cuando voy, muy atemorizada, no por temor a desaparecer, pero sí con la sensación plena de que nosotros estábamos siendo amenazados de muerte. Ellos eran gente muy poderosa, con todo el poder de los militares, y nosotros no éramos nada. Ni abogado teníamos. La misma gente que trabajaba con nosotros nos decía que no teníamos otra posibilidad que vender al grupo este. Ese día lo único que dice es que no judíos ni extranjeros. Después, viene otra persona, Guillermo Gainza Paz, que nos ofrece lo de los diarios, como representante de los diarios. No habla conmigo, habla con Isidoro. Era permanente la presión.

–¿Cómo cree que se gestó todo?

–Todo esto estaba preparado desde mucho antes: David había estado con Videla en 1975, en una conversación donde David le regala un Rolex, según me dijeron, y lo que yo sentí desde que pisé Buenos Aires era que todo me sonaba a peligro, cada día estaba más inmersa en la muerte.

–¿Cree que le robaron Papel Prensa? ¿Quiénes?

–El señor Magnetto, la gente de La Nación. Los hechos lo demuestran. Asociados con la dictadura. Hay un tipo del grupo de Camps que torturaba, que aun sin verlos a ellos, era tan intenso el dolor que muchas veces se te movía el vendaje, y lo reconocía por el pies. Cuanto más sangraba yo, él me eyaculaba encima. De tanto picanearme, me dislocaron los hombros. Me ponían sobre un elástico, atada, y para escapar de la picana, me movía hacia un costado y el otro. Después ellos me tiraban en un calabozo, muy chiquito, muy frío. Y yo, que soy muy creyente, sentí que Dios me iba a salvar. Desnuda, quemada, era yo la que protegía a las otras dos mujeres. Nos abrazábamos para darnos calor.

–Héctor Magnetto, ¿cuándo aparece en su vida?

–Lo vi una sola vez en mi vida. Nos avisa mi cuñado que tenemos que ir a firmar. Voy a esa reunión, insisto en que era de noche. Mis suegros quedan lejos, no escuchaba lo que hablaban. Quedo sentada en otra mesa, y Héctor Magnetto nunca se sentó, siempre estuvo parado. Se presenta, me dice quién es y me pone papeles que nunca leí, me da la lapicera, y me dice: “firme porque en esto va la vida de su hija y la suya”. Nos miramos. Cuando me da la lapicera, sosteniéndola para que yo lo mire, no tuve dudas. Era un hombre con mucho poder y mucha locura. La mirada de un tipo poseído, violento. Me agaché, firmé, él me pasaba las hojas. Después nunca más lo vi en mi vida.

–¿Era libre en ese momento?

–Desde la muerte de David jamás fui libre. La muerte de David significó quedarme sin piel, desprotegida. Era una persona sola en el mundo. Después de eso, rehacerme, fue un largo proceso que no pude construir llegando a la Argentina. Creí que al volver a la Argentina iba a poder lograrlo. Perder a un ser amado, tu compañero de 16 años juntos… Yo sentía que mi pecho realmente iba a estallar de dolor. Estaba en México, salía a la calle, caminaba con mi hija, me metía en templos…Recuerdo que cuando me llaman y me dicen: “ya encontramos el cuerpo que estaba desaparecido”, agarro su cepillo de dientes para tener algo de él. No tener piel es la mejor explicación. Yo no estaba capacitada para hacer un negocio. Estaba, porque era su viuda. Tenía que estar presente. A tal punto que cuando voy a la reunión por la venta del Banco Comercial de la Plata, el señor Martinelli, con petróleo, barcos, caballos de carrera, me dice: “perdone, señora, pero con usted no hablo, no hago negocios”, y me tuve que ir. Nadie hizo negocios conmigo.

–¿Por qué se presentó en el juzgado de la sucesión para pedir que el juez aceptara la venta?

–Firmé para que el juez aceptara la venta de Papel Prensa, el 9, porque las órdenes seguían llegando. El 14 desaparecí.

De manera que la operación no duró sólo un día.

–Darle la autorización al juez no fue en la misma fecha. Mi firma es auténtica. Hubo otra asamblea, y la gente cree que fui, pero yo no fui, y aparece mi firma que sí es auténtica. Como yo no tengo experiencia con los medios ni con todo esto, cuando yo fui a la Asamblea de Papel Prensa, lo que yo dije salió todo interpretado de cualquier manera. Salió que fui torturada, pero nunca dije que fue antes de la firma. Dije que fuimos obligados a vender. Dije que esperaba que la empresa se convirtiera en lo que habíamos soñado. Una empresa enorme. Hay una permanente intención de confundir.

–¿Por qué acepta dar un reportaje ahora?

–Porque ahora siento que hay garantías. No la garantía de que no me maten, pero yo tengo 65 años. Mi vida hasta acá fue un homenaje a mi marido. Lo que soporté en la tortura fue para que mi hija, si yo me moría ahí, leyera la verdad de su padre, por lo menos mi verdad. Y traté siempre de sea donde fuera, mantener una actitud. De cuando me hacían preguntas pensar en el porqué de esas preguntas. No enroscarme en la cosa enferma de lo que me preguntaba, sino en el por qué.

–¿Qué problemas le trajo no estar casada con David en la Argentina?

–Yo estaba casada en los Estados Unidos, entonces la familia dice que empecemos la sucesión en Argentina, cosa que no debía haber hecho porque seguramente en los Estados Unidos nada de esto me hubiera pasado. Además, al haber estado casada con él, como su mujer, la heredera en los Estados Unidos, tenía el 75% y el 25% la hija o los hijos. Cuando llegué a Argentina me presentan al abogado que yo ya conocía que me iba a hacer la sucesión (Miguel de Anchorena), que me explica que en realidad no soy heredera. Que en la Argentina no hay divorcio, que David estaba casado y separado antes por el artículo 67 bis en firme, lo que fue una gran trampa. Se vuelve a hacer el divorcio de él, porque los americanos no aceptaban la separación de la Argentina, y nos casamos ante la Corte Suprema de Justicia porque para él era verdaderamente importante. Una ceremonia muy emotiva para él.

  • Gesticula. Por momentos, habla con el cuerpo. Pero su pelo casi no se mueve. Lo lleva tan lacio como el brushing recién hecho le permite. El flequillo le cubre toda la frente. Recto, firme. Como sus palabras. La única vez que el pelo se moverá, será cuando ella lo levante. Un movimiento rápido de la mano para dejar la nuca la desnudo, descubre una cicatriz que la parte al medio. “Es la que me quedó por la operación del tumor”, explica. No tiene pudor. Tiene memoria.

-¿Por qué cree que fue la más torturada de la familia?

-Porque no me pudieron quebrar, seguramente para ellos, algo insoportable. Y porque era muy fuerte. Yo siempre supe que debía ser un ejemplo. En la cárcel me decían “La Tercera Posición”: yo no era delincuente ni guerrillera. El preso político es un preso que jamás dejará de priorizar la solidaridad. Una prostituta carísima en el Departamento de Policía, me dijo que iba a terminar en Ezeiza yo, pero por 6 años, nada más. Andaba con militares. Un día Blanco ahí me dice: “yo la voy a ayudar, porque su marido a mí me ayudó” y me pidió, un día antes de irse, el teléfono de mi mamá. Y al día siguiente, vino mi mamá. Me vio torturada, pero le dije: “quedate tranquila mamá, Osvaldo está bien”. Es que el buenito de Ramón Camps me permitió ir a ver a mi hermano que estaba preso. Me llevaban y me traían. Me preguntaban a mí dónde estaban las acciones de La Opinión. Camps, mediante tortura, me llevó a la casa de Julio a buscar las acciones, y me hizo un careo con Jacobo Timerman. Cuando lo vi, estaba destruido, lleno de agujeros de la tortura, y ahí traté de suavizar la cosa, que no fuera tan grave. Camps me hace llevar a la granja del Departamento de policía de La Plata, y de atrás de un gran escritorio me dice: “Señora, es usted una gran argentina, y puede pedirme lo que quiera: bañarse, ver a su familia, ir a comer afuera.” Y ahí veo mi cartera, que me la habían robado las minas que lo rodeaban y le digo: “necesito mi cartera, el documento de mi hija…” Y me dice: “usted me pide a mí el documento de su hija. Le estoy diciendo que me pida lo que quiera.” Y lo mira a su secuaz y le dice: “Llevala adonde ya sabés.” Pensé lo peor. Yo ya había estado en dos lugares. Me llevan, me bajan del Falcon, me ponen en el baúl, escucho al perro, me llevan a la sala de tortura, y estaba mi hermano.

¿En qué condiciones estaba su hermano Osvaldo?

–Lo abrazo. El olor de un tipo torturado es imposible de olvidar. “Osvaldo, te torturaron”, le dije. “Sí, pero estoy bien.” Me llevaron de vuelta, por suerte lo legalizaron, lo tenían de che pibe, cocinar, limpiar. Ahí la vio a mi suegra.

Usted declaró en la justicia haber sido torturada, quemada y operada por un tumor cerebral por los golpes que recibió.

-Fui la persona que más torturaron del grupo, tiene una razón: jamás dije lo que ellos me querían hacer decir. Era un delirio tan grande lo que querían que yo dijera, sobre todo hablar mal de los judíos. Me decían “la impura” porque había estado con un judío. El tema básico era demostrar que los judíos tenían un trato, me decían los torturadores de Ramón Camps. Según ellos, tenía que declarar que: Juan Domingo Perón le había dado a José Ber Gelbard (ex ministrro de Economía en la última gestión justicialista antes del golpe, fue amigo y socio de de David Graiver) los lingotes de oro que habían llegado desde Alemania con los submarinos alemanes a Mar Del Plata. Gelbard los conserva y no sé qué hace, los habrá puesto en un Banco. Cuando Perón vuelve a la Argentina, le dice a Gelbard delante de mí porque sabía que yo lo sabía, que va a ser Ministro de Economía, que los tiene que devolver los lingotes, usarlos, que él le va a dar toda la economía. Y Gelbard le dice, sí, pero hay alguien que me va a ayudar: David Graiver. Esto tenía que decir yo, lo que es una locura imposible de creer aún hoy. Me pusieron al lado gente increíble, para que los delatara, como el turco Paz que había trabajado con mi marido y era una excelente persona, gente que me ponían al lado y como yo no contestaba lo que querían, me pegaban cada piña en la espalda, en los riñones…. Cuando me operan, estando presa, me llevan al lado del CEMIC, y dicen los que me atienden: esta mujer tiene dislocado cada miembro de su cuerpo cuatro veces.

-¿Durante los interrogatorios, le preguntaron sobre Papel Prensa?

-¿Cómo me iban a preguntar sobre Papel Prensa si yo ya había vendido Papel Prensa? Tampoco me preguntaron por el Banco Hurlingham, ni del banco Comercial porque estaban vendidos. ¿Por qué me iban a preguntar por Papel Prensa? A mi no me llevaron para preguntarme por eso. Me llevaron para que firmara y afirmara lo que ellos querían que yo dijera. Quién podía decir cosas, que no sea el 2do. de David (Rubinstein)? , desde el punto de vista familiar, era yo. Era yo. La mujer que tenía que decir que Perón delante mío había dicho todo eso. O sea que todo esto era una operación del movimiento sionista para tapar al país, para llegar al poder: Canal 2, La Opinión, Papel Prensa eran las personas que estaba preparando para ser presidente.

-También fue sometida a un Consejo de Guerra de la dictadura.

-Mi madre va al Consejo de Guerra, y mi hermano Osvaldo la prepara. Le dice: “mamá, estos son militares, no digas nada, escuchá, ojo”. Gallino (Oscar Bartolomé, general de la dictadura y oficial instructor del Consejo de Guerra) le preguntó: “Señora usted sabe donde está? ¿Sabe quiénes son estas personas?” “Sí, son todos los torturadores, asesinos que matan a la gente, a los jóvenes del país”, le dijo mi madre. Suspendió la entrevista, tiró la gorra. Se armó un lío espantoso. Por suerte no le hicieron nada. Estoy recobrando toda la educación que tuvimos con mis hermanos. Gracias a esta familia con estos principios tan solidarios, puedo ver estas todas estas cosas con cierta distancia.

-Mucho dicen que usted recién ahora habla sobre lo que pasó en Papel Prensa.

-No es así. ¿Por qué aparece el tema Papel Prensa? Primero porque Osvaldo, mi hermano, viene batallando por esto desde siempre. En mi caso, cuando estaba presa, en dónde iba a explicar por qué mi marido no estaba para defenderse y defendernos de todo lo que nos estaba pasando. A mis compañeras de cautiverio, cuando me preguntaban, siempre les respondía que estaba ahí por Papel Prensa.

-Su cuñado, Isidoro, dice que no es cierto que usted se haya cruzado con Héctor Magnetto el 2 de noviembre, el día de la firma. ¿Estuvieron juntos todo el tiempo?

-Isidoro supo todo, y es más: yo le dije todo lo que me había dicho Magnetto. Miente. No sabía que lo había dicho. Sus neuronas…. Yo fui a verlo a Moreno, estaba su mujer, Marta, y me dice me parece que no tenés buena relación con tu cuñado, y le digo: mi cuñado no tiene buena relación conmigo, y yo no tengo ninguna. Lo único que siempre hice fue querer ayudarlo. Mi hija en un momento dado me dijo que no quería tener ningún contacto con ellos. Lo llamo a Isidoro le cuento que María Sol no quiere volver a verlos, y si mi hija no quiere, yo tampoco los veré. Mi suegra, cuando salió de la cárcel, dijo que por primera vez en su vida había tenido una hija que la había cuidado, porque la otra por peleas absurdas jamás había estado. Cómo no iba a ser solidaria con esta mujer presa, aunque tenía el pecado de no ser judía, no podía dejar de ser solidaria con ella. Era una mujer de una humildad y un sufrimiento poco común.

-Pero, entonces, después las cosas cambiaron. ¿Cómo es ahora su relación con María Sol?

-Yo tuve siempre la mejor relación con mi hija. Cuando salí de estar presa puse todo lo necesario para recuperar el vínculo. Hace tres años que decidió que no tenía más nada que ver conmigo. Obviamente hay intereses atrás de los que no puedo hablar.

-¿Cómo vivió que hicieran juntos esa presentación ante escribano público?

-Fue algo terriblemente doloroso.

-¿Por qué cree que María Sol publicó la solicitada?

-Porque probablemente está manejada por sentimientos muy controvertidos que hacen que sus comportamientos se conviertan en inexplicables.

-¿E Isidoro, por qué cree que cambió sus dichos?

-Por dinero.

-De acuerdo con lo publicado por el diario La Nación, son los compradores de Papel Prensa los que requieren a María Sol, y a su vez, ella le pide explicaciones a Isidoro. ¿Cómo cree que pueden haber ocurrido los hechos?

-No entiendo que la gente aún se pregunte si esto es cierto. Lo que pasó, pasó con Papel Presa. Permanentemente, a través de todos estos años, Clarín y La Nación dieron muchas pruebas de lo que estaban haciendo por el país, de lo que son capaces de hacer: comprar gente, hacer que la gente se venda para llegar a su fin, que no agrega ni saca a lo de María Sol. Isidoro ya declaró, así que lo que diga ahora…vamos a ver si coincide y si no coincide será falso testimonio. Creo que Magnetto es Magnetto: uno más uno, es dos.

-En la edición de hoy (viernes) del diario Clarín, se publiquó que cuando declaró en La Plata no le imputó ningún delito a Héctor Magnetto. ¿Esto es cierto?

-No, no es cierto. Cómo va a ser verdad, si yo conté de qué forma firmé los papeles que firmé y las palabras textuales de Magnetto. Dije claramente que yo fui a firmar pero firmé bajo la presión de Magnetto. Supe que no tenía otra posibilidad más que firmar.

-La presidenta Cristina Fernández calificó de “libertad ambulatoria” su situación, ¿le parece correcto?

-Buena imagen. Totalmente. Una cosa extraña que me pasó fue que me sentí aliviada cuando estuve en la cárcel. Lanusse me dijo el grupo no es buen visto por la Junta, éramos un clan al que había que desplazar.

-¿Cómo calificaría la cobertura de Clarín y La Nación sobre este tema?

-Vergonzante.

-¿Qué relación tenías vos y el resto de los Graiver con la Organización Montoneros?

-Ninguna.

-¿Les consta que los que llamaban eran de esa organización?

-No, no nos consta. Pero tiempo después, en el año 1989, Juan Gasparini, Rodolfo Galimberti y otros dijeron que habían sido testigos de cuando David agarró la plata, entonces se le devolvieron 16 millones de dólares.

-¿Supo alguna vez si ese dinero estuvo en Papel Prensa?

-Jamás estuvo. Si es que ellos le dieron algún dinero a David, cosa que nunca me constó, las fechas por la compra no coinciden. Papel Prensa lo compró mucho, pero mucho tiempo antes.

-La diputada Elisa Carrió vinculó directamente Papel Prensa con Montoneros, ¿qué opina?

-El Estado se tomó el tiempo necesario para que apareciera todo el telón de Montoneros e ir a apoderarse de los bienes, poner la CONAREPA, por ejemplo, ¿qué sentido tenía que nosotros estuviéramos presos?

  • Hace una pausa. Vuelve a tomar un poco de té. Está frío. Pide que lo calienten. “En microondas está bien”, explica. Se acomoda la camisa, sonríe apacible. Se predispone a seguir con la entrevista.

-¿Cómo vivió el anuncio presidencial?

-Fue la mayor alegría. Un momento muy emocionante. Cuando estuve la segunda vez con Cristina me preguntaron y dije que sabía que cuando estaba con ella, cuando la miraba, que iba a hacer lo que me había dicho: ir a la Justicia y al Parlamento.

-¿Leyó los diarios al día siguiente?

-Sé que los poderes aún de ciertos grupos, son muy grandes. Le dije a mi hermano que cuando me metí en esto (y nadie quería que lo hiciera) sabía en qué me metía. Voy a pedir ser testigo protegido.

-¿Cree que la pueden matar?

-Sí. Creo que no tengo miedo a un secuestro, considero que la justicia y sus habeas corpus hoy serían recibidos. Esa seguridad jurídica la siento. No me van a desaparecer, pero sí creo que puedo tener un accidente. No salgo sola, miro por la calle.

-¿Quiénes creen que lo harían?

-Estoy cansada de soñar que se me para un hombre delante y me da un tiro. Hay gente con tanto odio en la oligarquía argentina. Esa gente, jamás se caracterizó por ser los ejecutores, pero sí buscar quién lo haga.

-¿Miguel Ángel Strassera aseguró que cuando le tomó declaración, usted nunca habló de Papel Prensa? ¿Por qué?

-Nunca me preguntaron de Papel Prensa.

-¿Cómo cree que terminará esta historia?.

-Bien, con la verdad. Con la verdad acumulada durante 34 años. Los papeles están, las pruebas están. La palabra no sirve. La prueba es irrebatible.



viernes, 27 de agosto de 2010

Negocios y dictadura



El Informe Papel Prensa: La Verdad da cuenta del contexto en que se produjo el traspaso de la papelera hacia los diarios Clarín, La Nación y La Razón.

El Ministerio de Economía y la Secretaría de Comercio publicaron ayer en su sitio web (www.mecon.gov.ar) la investigación, presentada esta semana por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

A partir de los testimonios de Lidia Papaleo de Graiver y Rafael Ianover, sumado a material documental, el informe da cuenta del momento exacto en que las autoridades de la última dictadura militar comenzaron a participar de las “negociaciones”, desde las presiones a Papaleo hasta la aprobación por parte de la Junta del traspaso de las acciones. En el último tramo del informe también se ofrecen detalles sobre el “pacto de sindicalización”.


El contexto

En los anexos del informe sobre Papel Prensa figuran una serie de testimonios de los involucrados en la operatoria, entre ellos, Lidia Papaleo, mujer de David Graiver, ex dueño de la papelera. “El Sr. Martínez Segovia, que era presidente de Papel Prensa, me citó a un almuerzo para comunicarme que venía en representación del ministro de Economía, Alfredo Martínez de Hoz (que además era primo de Segovia). En ese encuentro me dijo que debía firmar la cesión de las acciones de la empresa. Dado los hechos que se vivían en el país, tomé conciencia que las amenazas de muerte, tanto para mi hija como para mí, eran auténticas. En ese terror fui citada para el día 2 de noviembre de 1976, por la noche, a una reunión en las oficinas de La Nación.”

Antes de esa fecha, las acciones de la papelera estaban en manos de los herederos de David Graiver, fallecido en agosto de 1976 (Juan Graiver, Eva Gitnacht y María Sol, representada por su madre, Lidia Papaleo). Según consta en el informe, Isidoro Graiver le había cedido sus acciones a David en febrero de 1976. Por otro lado, estaban Galería Da Vinci y Rafael Ianover, testaferro de Graiver.

Esa noche del 2 de noviembre del ’76, como relata Papaleo, se encontraron en el edificio del diario La Nación todos los involucrados pero en oficinas separadas. Según relata el propio Ianover, él mantuvo un encuentro a solas con Patricio Peralta Ramos, uno de los dueños de La Razón. “Mire, yo estoy dispuesto a firmar esta transferencia siempre y cuando a mí no me ocurra nada”, manifestó Ianover, tal como consta en el informe. “Le doy mi palabra que a usted no le pasará nada”, respondió Peralta Ramos. Sin embargo, Ianover fue secuestrado el 12 de abril de 1977. Previamente, ya había sufrido la presión de un grupo de tareas, según un testimonio brindado el 7 de julio de este año.

“En la reunión en La Nación se suscribe el boleto de compraventa sobre el cual jamás pude opinar. Sólo pagaron 7000 dólares de un total de un millón de dólares”, manifestó la viuda de Graiver.

Según consta en el informe, al momento de la firma de ese contrato, Papaleo contaba en su poder con las acciones de la sucesión, las cuales aparecieron 22 días después en una caja fuerte del viejo Banade. La versión oficial de Clarín y La Nación indica que ellos nunca tuvieron en su poder las acciones de la sucesión; sin embargo, esas acciones fueron para Fapel, la sociedad que constituían los tres diarios, junto a algunos particulares. A lo que hay que agregar que la “transferencia” se realizó en el propio edificio de La Nación.


¿Qué era Fapel?

La sociedad denominada Fábrica Argentina de Papel para Diarios fue constituida en febrero del ’76. La integraban los tres diarios, y algunos de sus directivos. El 10 de noviembre del ’76, a ocho días de la firma del contrato de compraventa, Fapel cedió las acciones adquiridas a los Graiver a los tres diarios. Esta transferencia se realizó sin la existencia de las acciones de Papaleo (que aparecieron el 22 de noviembre de ese año), y por un pedido de la Junta Militar. Dentro de este contexto, José Pirillo, años después dueño de La Razón, denunció que en los balances del diario nunca aparecieron registros de esa transferencia.

Luego de realizada la operación, debía ratificarse lo realizado en una asamblea de accionistas, que tuvo lugar el 4 de marzo de 1977. Para esa fecha, había en total cinco operaciones de venta que debían concretarse, entre ellas la venta de las acciones de “Rey, Doretti e Ingeniería Tauro” a Galería Da Vinci. Según el informe presentado esta semana, quien allanó el camino para concretar la asamblea y el traspaso de las acciones de Fapel a los tres diarios fueron las autoridades de la dictadura militar.

A partir de un acuerdo entre la “Junta Militar –dice la investigación– y los tres diarios se acordó que el Estado nacional votaría a favor de las transferencias de las acciones, que se aprobaría la cesión de acciones entre Rey, Doretti e Ingeniería Tauro y Galería Da Vinci, a cambio de que éstas empresas se quedasen con la licitación para la construcción de la planta papelera”. Después de este acuerdo, la Junta Militar aprobó el ingreso de los diarios. A los diez días de celebrada esa asamblea, Lidia Papaleo de Graiver fue secuestrada.

“¿Por qué tuvieron que mantener en libertad a Papaleo hasta firmar la venta?”, se autopreguntó la Presidenta durante la presentación del informe. “Para evitar que la compañía cayera en manos de la Conarepa, que era el órgano que se quedaba con los bienes de los detenidos. Todo el patrimonio de los Graiver quedó en la Conarepa, salvo Papel Prensa”, se respondió Fernández de Kirchner.


El pacto de sindicalización

El 18 de agosto de 1977, los tres diarios firmaron dicho “pacto”. Ahí se comprometieron a “actuar conjunta y coordinadamente asegurando la unidad de criterio en la conducción de la empresa”. También se obligaron a votar siempre en el mismo sentido, tanto en las Asambleas como en el Comité Directivo. “En el supuesto de que la transgresión consistiera en votar en las asambleas en contradicción con lo resuelto por el comité, la multa a aplicar será del 25 por ciento del valor de las acciones propiedad de la transgresora”, puede leerse como uno de los artículos del pacto de sindicalización.

Según el informe, este pacto fue comunicado a la CNV recién este año. De todas maneras, el Ejecutivo encontró pruebas de su existencia en la Inspección General de Justicia, dentro del expediente sobre la quiebra de La Razón. A partir de esta situación, el Poder Ejecutivo enviará al Parlamento un proyecto de ley para declarar la producción, comercialización y distribución del papel para diarios como un servicio de interés público.


miércoles, 25 de agosto de 2010

La Patria renace...



La presidenta Cristina Fernández denunció "la apropiación ilegal" de Papel Prensa y acusó a los propietarios de los diarios Clarín, La Nación y la Razón.

La presidenta, acompañada por todo su gabinete, los presidentes de ambas Cámaras, funcionarios, dirigentes políticos, empresarios y de organizaciones sociales recibió el informe elaborado por la Comisión Oficial formada especialmente para investigar el traspaso de las acciones de la empresa del Grupo Graiver a los propietarios de los diarios Clarín, La Nación y La Razón, "que necesitaban las acciones Clase A, para tomar el control de la empresa", hecho que comunicaron en su momento en los tres diarios, a través de una solicitada, aclarando que "tomaban el control de la empresa, previo acuerdo de la Junta de Comandantes" de la dictadura.

Cristina Fernández de Kirchner afirmó que "coincido con Clarín en que quien controla la fabricación de papel, controla la palabra impresa". Denunció las condiciones políticas en las cuales se produjo el traspaso de las acciones, en un país donde solo existía la "libertad ambulatoria", y que años después, a raíz de la quiebra de La Razón, los diarios controlantes de la empresa "acordaron un pacto de sindicalización de acciones" para controlar las decisiones de la compañía. Aseguró, además, que la viuda de David Graiver, Lidia Papaleo, fue detenida cinco días después de haber firmado el traspaso de sus acciones, para evitar que la empresa cayera en la interdicción de los bienes de la familia dispuesta por la Junta militar.

El miembro informante de la Comisión, Alberto González Arzac, afirmó que "el informe constituye una refutación terminante de las versiones sobre la historia de la empresa Papel Prensa SA que publicaron los diarios Clarín y La Nación en sus ediciones del 2 marzo y el 4 de abril del corriente año".





domingo, 22 de agosto de 2010

Gloria a los compañeros Hèroes de Trelew



Eran los tiempos de la dictadura autodenominada "Revolución Argentina", bajo la presidencia de facto del General Alejandro Agustín Lanusse.

El 15 de agosto de 1972, se habían fugado del Penal de Rawson 25 militantes populares. Como consecuencia del fracaso del plan de fuga, solo 6 lograron escapar a Chile.

Los 19 restantes se entregaron ante el Juez Federal Alejandro Godoy y numerosos periodistas, en el aeropuerto de Trelew, y fueron trasladados a la base naval Almirante Zar de Trelew.

El 22 de agosto, en la base naval, fueron fusilados los 19 presos políticos, todos ellos reconocidos militantes de las organizaciones armadas Montoneros, FAR y ERP.

Se produjo la masacre, y se supo de ella por el relato de 3 sobrevivientes.




Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Luis Duhalde 1973
Cargado por elortiba. - Mira películas y shows de TV enteros.

jueves, 19 de agosto de 2010

CRISTINA Y LA JUSTICIA



La presidenta Cristina Fernández habló sobre la Justica y los desafíos que tenemos como sociedad, en la Segunda Jornada "Justicia en el Bicentenario", en el Teatro Nacional Cervantes de la Ciudad de Buenos Aires.

Organizada por la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), se debatió y reflexionó sobre el modelo de Justicia que permita el efectivo cumplimiento de los derechos humanos y sociales. La Presidenta sostuvo que la independencia del Poder Judicial del poder político y económico es un tema central en el inicio de la tercera centuria de nuestra historia...



Gracias, muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas; señor secretario general de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación; señor secretario general de la CGT; señor ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Doctor Raúl Zaffaroni; señores y señoras magistrados presentes; funcionarios y funcionarias judiciales; trabajadores; aquí veo pañuelos blancos también: creo que los dos temas que han abordado hoy, en dos paneles diferentes:

Derechos Humanos en la República Argentina y por otra parte independencia del Poder Judicial frente al poder político y los poderes económicos también creo que son los dos grandes temas que han teñido - por así decirlo - la segunda centuria que estamos terminando, porque en realidad estamos festejando los 200 años, y el próximo va a ser el primer año de nuestra tercera centuria.

Y creo sinceramente que a la luz de lo que hemos construido en estos últimos tiempos, como presidenta de la Nación, puedo venir a este encuentro entre funcionarios judiciales, trabajadores, también el hecho de que un Magistrado, un ministro de la Corte esté sentado aquí, en un encuentro de los trabajadores, también revela que hay un nuevo tiempo y una nueva etapa, en la República Argentina. Yo le agradezco la presencia al Doctor Raúl Zaffaroni.

Derechos humanos que durante algún tiempo creímos que iba a ser imposible llegar a juzgar los delitos de lesa humanidad, que habían teñido el país, fundamentalmente a partir del 24 de marzo de 1976.

Sin embargo, la obstinada terquedad - aunque parezca una redundancia - de las organizaciones de derechos humanos y también la decisión política de los tres poderes del Estado de dar vuelta esa página y a partir de la anulación en la sede legislativa de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y también de lo resuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el sentido de decretar la inconstitucionalidad de la impunidad, como no podía ser de otra manera, porque en realidad ambas leyes, junto a los indultos, pero fundamentalmente las leyes y por qué hago hincapié sobre las leyes, nos había remitido - a lo que yo denomino - una sociedad predemocrática.

Porque es cierto que cualquier persona que haya cometido un delito por más grave y terrible que este haya sido puede -no solamente en la Argentina sino en distintas partes del mundo- quedar impune porque pudo escapar o porque no lo descubrieron, pero que alguien quede impune de atroces delitos por decisión de los cuerpos que representan la voluntad popular, en definitiva la República, uno de los tres poderes del Estado, nos remitía a una sociedad predemocrática.

Por eso siempre sostuve que esta cuestión no era propiedad de ninguna ideología, no era una cuestión de derechas o de izquierdas, era simplemente si los argentinos queríamos o no vivir en una sociedad democrática, donde los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles y por lo tanto deben ser juzgados por los jueces de la Constitución y con todas las garantías que esa Constitución otorga a todos sus ciudadanos, cualquiera hayan sido los hechos que éstos hayan cometido.

Por eso tengo la tranquilidad -como ciudadana argentina y como presidenta de la República- que el camino de la democracia es este, que no es el de la venganza y que es la actitud ejemplarizadora de las organizaciones de derechos humanos. Cuando me tocó abordar este tema como legisladora, sentada en mi banca de senadora, sostuve que yo no sé cuál hubiera sido mi reacción si me hubieran desaparecido a mis dos hijos y si ni siquiera supiera dónde están porque en definitiva ni siquiera desde el interior de la persona humana se puede realizar el duelo de llevar una flor o llorar.

Yo no sé si hubiera tenido tanta paciencia, yo no sé si hubiera reclamado únicamente justicia. Por eso yo creo que la actitud valiente, serena, firme y democrática de Madres, de Abuelas y del resto de las organizaciones de los derechos humanos es un ejemplo en el mundo.

Y hoy, luego de varios años de dificultades, que también no podemos negarlo porque sería querer ocultar las cosas debajo de la alfombra y si algo no debemos hacer es ocultar nada debajo de la alfombra. Lo cierto es que por, muchas veces, decisiones de magistrados se demoraron y se retardaron muchos de esos juicios, inclusive en algunas jurisdicciones - recién ahora- van a comenzar algunos de ellos. Pero lo cierto es que los argentinos, en 7 años, hemos revertido la impunidad y hoy juicios que parecían que jamás iban a empezar, juicios realmente emblemáticos en distintas regiones del país, uno puede también todavía estremecerse ante la crudeza y la brutalidad de muchísimos testimonios de los testigos que acuden citados por los señores jueces, nos remiten que estábamos en el camino acertado, hacerlo con madurez, seriedad, sin estridencias y con la Constitución en la mano, algo que nunca debemos dejar nunca más de lado.

Esto también nos remite a otra cuestión -y yo lo he dicho cuando organizábamos los festejos del Bicentenario- ustedes recordarán aquel trayecto, aquella representación simbólica de lo que habían sido los golpes de Estado, en la República Argentina. En el guión original estaba esa Constitución que se encendía, había un sillón presidencial, que luego tornamos en urna porque un sillón presidencial remitía únicamente al Poder Ejecutivo, en cambio las urnas remiten a todos aquellos organismos de la Constitución (Poder Legislativo y Poder Ejecutivo), que son elegidos merced al voto popular, que también se incendiaba. También estaba la balanza de la Justicia, que también estaba en el guión original que se prendía fuego, junto a los otros dos poderes.

Y yo les dije que lo corrigieran que no era así, que no era la verdad histórica. Porque uno de los problemas más graves que hemos tenido en el siglo XX es que, a partir del fallo de la Corte Suprema, de 1930, contra el golpe de Estado, que sufre Don Hipólito Yrigoyen se sanciona la denominada doctrina de los gobiernos de facto, y precisamente esto lo hace una Corte Suprema y esto no podíamos esconderlo debajo de la alfombra o mirar hacia otro lado; lo que no quita igualar a todos, lo que no quita también reconocer la existencia de Magistrados que jugaron papeles importantes en salvar vidas, pero también -y tal vez en algunas de las causas que hoy están en curso se descubre que en una sociedad como la argentina con el grado de desarrollo institucional, que tenía y tiene la Argentina, con el grado de calidad y capacitación de los recursos humanos del conjunto de su sociedad hubiera sido imposible hacer las cosas que se hicieron, si no hubiera habido cierto grado de complicidad de sectores de la sociedad y también de sectores de la Justicia.

Y esto es lo que tenemos que analizar y abordar, sin estridencias, sin dedos acusadores, pero con la firme convicción de que en esta centuria, en esta tercera centuria que estamos a punto de iniciar, hechos como esto nunca más van a volver a suceder. Pero esto no es solamente la decisión política de un partido, o de quien preside los destinos de la República, debe ser la decisión unánime de una sociedad en su conjunto en todos sus estamentos. (APLAUSOS). Porque es cierto que fueron militares los que dieron el golpe de Estado y también los que estaban cometiendo estos delitos de lesa humanidad, pero también es cierto que se hizo en nombre de un proyecto político y económico.

Y fíjense que todavía aún así hay diferencias porque quienes están condenados o siendo juzgados, si son militares, están en penales como el de Marcos Paz. Yo siempre digo Etchecolatz está en el penal de Marcos Paz, pero Martínez de Hoz está en el Edificio Kavanagh. Y entonces todavía hay diferencias, según quién sea, en los juzgados. Esto también debe servirles a quienes fueron instrumento y que no los exime de responsabilidades de advertir que no podemos más desde los distintos sectores de la sociedad, fundamentalmente desde los sectores medios, tal vez los más volubles, tal vez los más influenciables a la hora de adoptar posiciones frente a determinadas cuestiones, de servir a proyectos que en definitiva terminan beneficiando apenas a un puñado de poderosos y concentrados intereses económicos y terminan sepultando a la mayoría de la sociedad argentina. (APLAUSOS).

Y vamos a hacerlo sin estridencias, y vincularlo con la segunda parte, porque - como yo digo - todo tiene que ver con todo; no hay casualidades, hay causalidades. Y el segundo tema tiene que ver con la independencia del Poder Judicial del poder político y de los poderes económicos, reza así por lo menos lo que fue el segundo tema. Y esto es una cosa muy interesante porque también esta Presidenta puede decir que nunca hubo en la República Argentina un ejemplo en lo que a Constitución de Corte Suprema e independencia de la Corte Suprema de Justicia hubo como cuando se designó y se utilizó un procedimiento del Decreto 222 para designar a los nuevos miembros de la Corte.

Nunca un Presidente, por supuesto no de la dictadura, tampoco los de la democracia, pusieron gente capacitada, pero que los conocían o eran muy amigos. Nunca un Presidente designó Magistrados o Ministros o Ministras a los que realmente no conocía y que además fueron sometidos a un proceso de consideración renunciando a la facultad que le es propia, a quien es titular del Poder Ejecutivo; esto no es ningún abuso del poder, es una facultad que la Constitución otorga a quien preside los destinos de la República de proponer ante el Senado de la Nación y obtener los dos tercios de los votos, para designar a miembros de la Corte.

El gobierno anterior, encabezado por el ex presidente Néstor Kirchner, del cual realmente como tampoco nunca se renunció a la posibilidad de seguir nombrando miembros y éste si es un proyecto de esta Presidenta, cuando era senadora, de remitir a los 5 miembros originales de modo tal que, cuando por renuncia o por otras cuestiones, quedarán vacantes en la Corte, se volviera al número original de 5. Los demás gobiernos democráticos -todos- aumentaron el número de miembros de la Corte: el de 1983 y también el de 1989. Fue nuestro gobierno, cuando hablo de nuestro gobierno hablo del gobierno de los que compartimos, como dice Julio Piumato, este proyecto que me enorgullezco de adjetivarlo como nacional y popular. (APLAUSOS)

Quiero decir entonces que la independencia del Poder Judicial en su máxima expresión -que es uno de los 3 poderes del Estado, el tercer poder, el que dirime si hay ejercicios abusivos o contradictorios entre los otros dos poderes- se designó de manera única como nunca se había registrado en toda la historia argentina. Pero es bueno también definir qué es independencia. Porque en definitiva estamos hablando del Poder Judicial que es uno de los tres poderes del Estado, un poder que debe ser independiente del Gobierno, pero nunca de los intereses del Estado, porque el Estado somos absolutamente todos los que vivimos en la República Argentina.

El Gobierno es el que tiene la responsabilidad de administrar y gestionar, en el marco de las facultades que le asigna la Constitución. Pero el Poder Judicial es una de las patas del Estado y por lo tanto sus decisiones, su política judicial tiene que ser siempre apuntando a la preservación del Estado y a la estabilidad y sustentabilidad institucional de ese Estado. Por eso digo que cuando hablamos de independencia del poder político debe ser de todos los políticos, no solamente del oficialismo, sino también de la oposición. No puede haber una Justicia oficialista, pero tampoco debe haber una Justicia opositora, debe haber Justicia, sin aditamentos. (APLAUSOS).

Episodios como los que vivimos en el verano, en el verano de las reservas -podríamos decirlo- yo creo que quedará así en la historia: el verano de las reservas del Central. ¿Qué veranito? Bueno todos sabemos lo qué pasó, todos sabemos los intereses que se jugaron cuando se comenzaron a descubrir quiénes actuaban. No quiero decir nombres, todos los conocemos; todos sabemos también los intereses que se movilizaron, los antagonismos o los intereses - y cuando hablo de intereses aquí sí ya hablo de intereses en el estricto término que me establece el Código de Procedimiento cuando establece que un Magistrado, cuando tiene intereses contradictorios, debe apartarse de la causa. La verdad que cuando pasó esto nosotros no sabíamos de algunas circunstancias que luego aparecieron. Pero no importa, sirva de ejemplo para entender de lo que estamos hablando.

Y la verdad que hubiera sido muy perjudicial, no para el Gobierno, sino para el Estado que esa situación se hubiera congelado y hubiéramos tenido, por ejemplo, que recurrir a financiamientos externo o a planes de ajuste interno para poder llevar adelante lo que tenemos que hacer como Estado Nacional: pagar las deudas que se defaultearon en el año 2001. Doy esto como ejemplo, para pasar al segundo exactamente nivel de independencia y que es el de los poderes económicos. Y aquí me permito una digresión porque yo quiero hacer también una diferencia entre política y poder económico.

La política cuando se somete al voto de las urnas tiene una legitimidad de las que carecen los poderes concentrados de la economía que normalmente se heredan o se transfieren a través de acciones nominativas o no, en la República Argentina. Nadie vota a los dueños del poder económico, pero ellos sí toman decisiones todos los días sobre nuestras vidas concretas, sobre las cuestiones cotidianas de la gente. Por eso digo que el Poder Judicial debe tener frente al poder económico una independencia, aún más transparente si se quiere que frente al poder político. (APLAUSOS).

Porque, en definitiva, y lo podemos ver, por ejemplo, aquí hay muchos magistrados y saben y entienden de lo que yo estoy hablando, lo que pasa con la política judicial, por ejemplo, en un lugar como Estados Unidos que es, precisamente, el modelo desde nosotros venimos constitucionalmente, una Constitución casi copiada de la estadounidense, y donde en realidad, el Poder Judicial tiene una política judicial que no quiere decir alineamiento con el gobierno, sino fundamentalmente, con el sistema institucional norteamericano, de modo tal de dar sustentabilidad y viabilidad a toda la sociedad.

Por eso digo que no es para horrorizarse la consulta entre los poderes del Estado, entre los jueces, entre los legisladores -estoy hablando de la cúpula de los poderes-, para solucionar no cuestiones particulares, no cuestiones que tienen que ver con el interés de fulanito o menganito, sino con las cuestiones que tienen que ver con los intereses de todos los argentinos, la cuestiones que nosotros denominamos de gravedad institucional. Y que no es gravedad institucional porque se viene el mundo abajo, sino de gravedad institucional por el impacto que en el corto, mediano o largo plazo pueden tener determinadas decisiones en la economía y en la sociedad.

Tenemos que madurar los argentinos; saber que, en definitiva, lo que tenemos que preservar es una sociedad democrática donde la política, que se expresa además a través de los dos poderes, el Ejecutivo y el Legislativo, que son en definitiva también los que acuerdan quiénes son los jueces y luego estos tienen la garantía de su inamovilidad para que nadie pueda ser presionado, poder administrar y gestionar correctamente el Estado. Este debe ser el objetivo macro de los poderes.

Luego está lo cotidiano, lo que está como impactar en la vida de todos los argentinos en lo cotidiano en materia de seguridad, que no significa por allí reclamar leyes más duras. Yo estoy convencida de que si se cumplieran las que están vigentes en el Código Penal y en los códigos de Procedimiento, bastaría para tener una sociedad también más segura. (APLAUSOS)

Me tocó pasar la experiencia como legisladora de todas las etapas, desde 1995, que fui legisladora nacional por primera vez, y realmente las leyes, por lo menos las que han marcado etapas institucionales y que van a quedar en la memoria de mucha gente, siempre respondieron a realidad de la sociedad, inclusive aquellas que no me gustaron.

Porque cuando muchas veces charlamos con los compañeros de la Confederación General del Trabajo acerca de lo que fue el Consenso de Washington, el rol privatizador que se dio sobre todo el Estado y que fue convalidado también a favor de los intereses concentrados de la economía. No nos engañemos, había también un consenso de la sociedad o de una parte importante de la sociedad que votó esas políticas porque la habían convencido de que el Estado era algo malo, tanto como aquella propaganda de las sillas -no las voy a olvidar nunca- de la dictadura donde había varias sillas y una se sentaba en la que decía: "Argentina" y se caía y luego se sentaba en la que decía un país extranjero del cual venía esa silla y estaba fantástico.

Por eso creo que la Justicia, que los demás poderes del Estado no son distintos a la sociedad que representan. Tienen las mejores cosas y las peores cosas de esa sociedad. Creer que desde un sector únicamente se es responsable de todo lo que ha pasado o que pasa en la República Argentina, es ignorar realmente la necesidad que tenemos como sociedad de seguir creciendo para que nuestras propias instituciones crezcan. Vamos a tener mejores instituciones en la medida que seamos también una mejor sociedad. (APLAUSOS)

Esto es clave que lo entendamos, porque hay una característica muchas veces en todos nosotros de demandar a los demás lo que nosotros muchas veces no somos capaces de hacer o no tenemos ganas de hacer.

Yo siempre tengo una frase, me encantó la frase última tuya, esa reformulación que hiciste sobre los magistrados, pero yo siempre digo: son todos socialistas con la plata del Estado, es una cosa muy típica en la Argentina. (APLAUSOS) Viste que no encontrás a nadie de derecha, si le decís a alguien que es de derecha o conservador y se enoja, entonces alguien que es de derecha se enoja. Vos, en cambio, vas a Estados Unidos...

A mí me visitó una vez una delegación de legisladores norteamericanos, entre los que había republicanos y demócratas y yo me acuerdo que hice un comentario a una legisladora republicana, bueno, que son un poco más conservadores, no quise ser tan brutal como el señor Secretario General, no es muy conciliador el señor Secretario General de Judiciales, y quise, bueno, decir "bueno, es un poco más conservador". "No, no, no -me dice- yo no soy un poco más conservadora -una mujer era-, yo soy muy conservadora" me dijo. No me lo voy a olvidar nunca y lo dijo con orgullo. ¿Y saben qué? Me encantó, me encanta la gente que se hace cargo de lo que piensa y no se disfraza de una cosa que no es, me encanta. (APLAUSOS) Es muchos más fácil hablar, resolver, decidir, acordar.

Pero en la Argentina pasa algo muy curioso. En todos los demás países vos encontrás partidos que se definen como de derecha o conservadores, en la Argentina no, son todos del centro para la izquierda, del centro para allá no hay nadie. ¿Raro no?

Bueno, esto parte de estas cosas que yo vengo contando y casi sociológicamente mirarnos un poco y aprovechar este Bicentenario para hacer un ejercicio que va más allá de la Justicia, sino que nos involucra a todos. Obviamente, la Justicia tiene el gran rol de equilibrar y reparar, pero fundamentalmente, equilibrar en la sociedad el inmenso poder de las concentraciones y corporaciones económicas frente al resto de la sociedad.

Por eso, cuando en otro debate que también tiñó a buena parte de la sociedad y que participaron fundamentalmente los sectores medios como fue la Ley de Medios Audiovisuales, que también era una cosa que nadie podía explicar cómo se podía impedir la aplicación de una ley a través de una medida cautelar.

A mí me enseñaron en la facultad que sancionada una ley, la única manera de que no se puede aplicar es que alguien -un juez de la Nación, por supuesto- la declare inconstitucional.

Ahora, plantear medidas cautelares como las que se plantearon por parte de quienes habían perdido la votación para impedir el ejercicio de una ley sancionada por amplia mayoría y que, además, apunta y tiene una clara utilidad social como es evitar la concentración económica, lo mismo que se da en todos los tipos de regulación de los servicios públicos, que se da en materia de teléfonos, que se da en materia de tantísimas otras cosas en las cuales hay leyes muy claras y que pasa en todo el mundo. Todos pudimos ver como Bill Gates, nada más ni nada menos, tuvo que desinvertir por imperio de la ley norteamericana a la cual nadie podrá acusar de socializante por cierto.

Entonces, el gran rol equiparador y equilibrador está precisamente en la Justicia y en la aplicación del Derecho. Si hay alguna ley, que la puede haber, si hay alguna decisión del Poder Ejecutivo, que la puede haber, que vulnere derechos y garantías establecidos por nuestra Constitución Nacional, la función de los jueces de la Nación es declarar su inconstitucionalidad. Pero de ninguna manera restringir el ejercicio que la Constitución le da a un Poder Legislativo o a un Poder Ejecutivo para ejercer los derechos del conjunto de la sociedad y no solamente de un grupo minúsculo. (APLAUSOS)

Por eso creo que este primer semestre de lo que yo denomino el Derecho cautelar, una creación argentina; hemos inventado la Birome, que sé yo, cosas fantásticas y otras no tantas. Si uno explica esto en cualquier...Es más, medidas cautelares que se plantearon en la Justicia antes de que se sancionara una ley por si se sancionaba una ley. Pasa, tienen nombre y apellido y causa y número y jueces que tramitan y hacen lugar o no hacen lugar, fiscales que hacen lugar o que no hacen lugar, como todo.

Pero si uno cuenta esto en cualquier sociedad medianamente organizada en términos institucionales y democráticos, no se lo pueden creer.

Por eso digo que yo estoy muy esperanzada que este comienzo de la tercera centuria le de una vuelta definitiva a esa página de la historia que vivimos, a esos 200 años complicados, con grandes glorias y también grandes tragedias y enfrentamientos.

Y tampoco crean. Hay una teoría que circula por ahí que dice que todo pasó a partir del peronismo en la República Argentina, todo lo malo y horrible. Los que leemos historia y somos apasionados de la historia, sabemos que esto no es así.

El otro día fui a La Rioja a conmemorar los derechos humanos recordando el asesinato de monseñor Angelelli y en la vez anterior que estuve en La Rioja, el Gobernador me había regalado un libro maravilloso del doctor Ricardo Mercado Luna, insospechado de ser peronista, de origen radical, un dirigente del radicalismo riojano -excelente libro, se los recomiendo-, "Los coroneles de Mitre", donde cuenta lo que sucedió en La Rioja entre el '62 y el '67, cómo fueron asesinados, degollados, torturados. Inclusive, me enteré de algo que no sabía -siempre uno sigue aprendiendo, aún las cosas horribles-, que se había inventado un tipo de tortura que se llamaba "cepo colombiano" porque lo había inventado un militar que había venido de Colombia y que constituía en dos rifles, uno que atravesaba por atrás a los detenidos y otro por abajo y luego, finalmente, con tientos que se iban humedeciendo y encogiendo y les quebraba la columna en dos o tres partes. Lo cuenta Mercado Luna.

Uno, leyendo las cosas que pasaron luego, las que sufrió Angelelli y tantísimos otros argentinos, advierte que hay un hilo conductor y que cuando hablamos de proyecto nacional y popular, por una cuestión dialéctica, hay otro proyecto que no es ni nacional ni popular y que se impuso a sangre y fuego, como pasó en La Rioja en el siglo XIX y en otras provincias argentinas y en el XX también contra gobiernos populares, desde el doctor Yrigoyen al gobierno del general Perón y luego también, al gobierno que estaba en el '75, del cual, por supuesto, no era simpatizante, pero era un gobierno elegido democráticamente. (APLAUSOS)

Digo entonces, que las cosas que pasaron, reitero, no fueron casualidad sino causalidades. Y están los otros.

Ya creo, luego de las cosas que hemos vivido, nadie piensa en golpes o asonadas militares; hoy, los modos de horadar, de perforar, de destruir, de desprestigiar las instituciones, no los partidos o el gobierno, las instituciones de la democracia, ya no son a través de fierros, tanques o fusiles. Hay instrumentos más sofisticados, lo que yo denomino el "arsenal mediático", que se da no solamente en la República Argentina, es un fenómeno mundial, tampoco nos creamos tan originales, es un fenómeno que cientistas importantes como Sartori y tantísimos otros, Ramonet, en fin, que dan clases científicamente, explican esto, pero tan letales como aquellos.

Porque, en definitiva, cuando provocan derrumbes económicos, desastres económicos, es posible que nadie muera en prisión o en la cárcel, pero sí es posible que esa gente pierda el trabajo; o tal vez que sí, que el grado de miseria, finalmente, termine envolviendo a toda la sociedad como nos pasó en una gran tragedia como la que vivimos los argentinos.

Por eso, yo confío que todos los poderes del Estado, la sociedad, podamos construir una tercera centuria mucho mejor de los 200 años que nos precedieron.

No quiere decir que todo haya estado mal, en absoluto; pero creo que mirar y corregir en aquello que nos equivocamos y, fundamentalmente, no volver a repetir los errores, es la clave de vivir con una mejor Justicia, en una mejor sociedad y, por supuesto, en una mejor Argentina para todos.

Muchas gracias y muy buenas tardes. (APLAUSOS)



lunes, 16 de agosto de 2010

Arroyo Maldonado: una historia de corrupción macrista bajo tierra




Horas después de que se produjera el derrumbe del gimnasio de Villa Urquiza, Mauricio Macri señaló en conferencia de prensa: “Uno podría concluir que hay una enorme impericia del ingeniero a cargo de la obra”. Luego, más serio, advirtió: “El perito determinará si hubo mala praxis o no”. Cerró su diálogo con los medios con un lacónico: “Investigaremos hasta las últimas consecuencias lo ocurrido, y seremos querellantes”. El jefe de Gobierno porteño aplica una severidad ejemplarizante para con el resto, pero pareciera olvidarse de sí mismo. Dime de lo que alardeas y te diré de qué careces.

Sus declaraciones podrían convertirse en un boomerang si se investigara el desfile de maniobras y desidia que rodea a la obra más estratégica que ha encarado la Ciudad recientemente: los túneles aliviadores del Arroyo Maldonado. Con ellas se espera poner fin a las inundaciones que las lluvias provocan en varios barrios de la Ciudad Autónoma. La empresa a cargo de la obra es Ghella S.p.a., una poderosa multinacional de capitales italianos que está asociada con IECSA, cuyo presidente es el primo hermano de Mauricio Macri, Angelo Calcaterra.

Miradas al Sur accedió a información exclusiva. En las excavaciones del arroyo convergen varias irregularidades. La muerte de un trabajador, celosamente ocultada por el Gobierno porteño en momentos en que pesaban sobre la obra 2 órdenes judiciales que exigían su suspensión pero que el Ejecutivo aún se resiste a acatar. Un ingeniero que además de no tener título habilitante es responsable directo en la tragedia de Cromañón. Y la absoluta ausencia de inspecciones y controles. Un río revuelto que se descubre después de la fatalidad de Villa Urquiza.


AGUAS BORRASCOSAS

El 8 de abril pasado, el buzo Rodrigo Ojeda hacía tareas de reparación en la cabeza de la máquina tuneladora a 30 metros de profundidad hasta que comenzó a sentirse mal. En ese momento, buscó la cámara hiperbárica que se utiliza para equilibrar descompensaciones típicas del buceo y que por ley debía haber estado allí. Pero la cámara no estaba. Desesperado, Ojeda buscó la superficie a una velocidad que desencadenó una alteración dentro de su flujo sanguíneo por la diferencia de presión atmosférica que su corazón no aguantó. Falleció de un paro cardiorrespiratorio. Los intentos que hicieron los médicos de la empresa de ambulancias Vittal no lograron reanimarlo.

La muerte consta en un expediente tramitado en la División de Investigación Penal Administrativa (Dipa) que depende de la Prefectura Naval competente por jurisdicción y en el informe prehospitalario número 05940816 de la empresa de ambulancias citada.

Esto fue silenciado por el Gobierno porteño y hasta hoy no había tenido difusión. La obra, según la norma que la reglamentó, debe contar con todos los recaudos que garanticen la vida de sus trabajadores ante estas eventualidades. Uno de los responsables de que se hagan las inspecciones para constatar que esté todo en orden es el director de obra Eduardo Samuel Cohen, quien además de la muerte de Ojeda convive con una tragedia que, por las noches, muchas veces lo despierta.


CERTIFICADO DE REINCIDENCIA

Eduardo Cohen es un ex funcionario porteño que actuó durante la gestión de Aníbal Ibarra como director general de Instalaciones Eléctricas de la Ciudad. Es ingeniero eléctrico, un título que no lo habilita para el puesto que ocupa en la obra del Maldonado ya que según el pliego de licitación aprobado por la Legislatura debe ser un ingeniero civil. Para dar una analogía, un ingeniero eléctrico tiene tanto que ver con uno civil, como un dermatólogo con un neurocirujano.

Cohen fue interpelado en reiteradas oportunidades por desconocer las denuncias que los vecinos hicieron ante la Defensoría del Pueblo y otros organismos por deficiencias técnicas en el boliche El Reventón, el local bailable que luego se llamó República Cromañón. El funcionario hizo caso omiso y nunca inspeccionó el lugar. Miradas al Sur se comunicó con el familiar de una víctima del incendio, que dijo: “Cohen tuvo una responsabilidad importante en la tragedia: aprobó los planos truchos, y si hubiera inspeccionado y exigido que hubiera extractores y un sistema de energía auxiliar, habría muerto mucha menos gente”. Si Cromañón fue una larga cadena de responsabilidades, Cohen fue uno de los eslabones principales.

En las faraónicas obras del Maldonado, Cohen figura como director de obra. Con su firma, avala todas las modificaciones que hagan del plan original. Según consta en su nombramiento oficial, el 30 de junio de 2008, se contrató a Cohen para que actúe “en representación del GCBA para la supervisión de la inspección y de la ejecución de las obras, lleve a cabo el seguimiento y control de las mismas, así como visar los certificados de obra y de inspección y colaborar para la aprobación de eventuales cambios a su ejecución”.

Días atrás, en un programa nocturno de la señal TN, el ministro de Desarrollo Urbano Daniel Chaín y Atilio Alimena, integrante de la Defensoría del Pueblo porteña, coincidieron en la necesidad de crear un registro de reincidencia para estos casos. Cohen sería un buen ejemplo para inaugurarlo.


ME PASO LA JUSTICIA POR EL CONTADOR

La obra en los túneles aliviadores del arroyo Maldonado es una de las pocas políticas de Estado que se ha dado la Ciudad de Buenos Aires en los últimos años. Es, sin dudas, una de las más importantes. El radical Enrique Olivera hizo el plan hidráulico; durante su gestión se realizaron los primeros estudios profesionales. Luego, Ibarra continuó gestionando el crédito para financiar las obras; Jorge Telerman hizo la preadjudiación.

Fue Mauricio Macri, finalmente, quien lo adjudicó a la empresa Ghella. A partir de la implementación de la obra se abrió una batalla legal que aún está por resolverse y que abarca varios aspectos.

Las irregularidades motivaron que los ex legisladores Milcíades Peña, Facundo Di Fillipo y Sergio Abrevaya presentaran un amparo y una medida cautelar para que se detengan las obras hasta que se subsanen sus anomalías.

Tanto el Juzgado en lo Contencioso Administrativo del Dr. Vicente Cataldo, como la Cámara de Apelaciones, exigieron al Gobierno que detuviera la obra. Sin embargo, todo sigue adelante. Y con apuro.

En ese expediente, se consigna que se ha realizado sólo una inspección del Área del Trabajo de la Ciudad que data de 2008. El acta de la pesquisa es contundente respecto de la falta casi absoluta de medidas de protección laboral.

Al organismo que le compete realizar estas inspecciones es la Dirección General de Protección del Trabajo, a cargo de Ángel Rodríguez, cuyo mérito para acceder a ese puesto es el de ser un fiel seguidor de Boca Jrs. La ley establece que el título habilitante para estar al frente de tan delicada dependencia es tener un título de nivel terciario en materia de higiene y seguridad de trabajo. Rodríguez es contador. Por este motivo, días atrás el legislador porteño del MST Nueva Izquierda Marcelo Parrilli denunció a Rodríguez.

Los problemas en las obras que se desarrollan en Punta Carrasco también fueron señalados por diversas pericias judiciales. En su dictamen, el perito oficial Jorge Acquaroni consignó: “Se observaron filtraciones de material acuoso en las uniones de las dovelas (pequeños bloques de concreto que unidos entre sí conforman el túnel)”. Con respecto al control de calidad de los materiales, el profesional agregó: “Se me indicó que los mismos se limitan al control de los materiales de fabricación, específicamente al homigón utilizado. Es decir que no se realizan ensayos de ningún tipo (resistencia, impacto etc.) sobre la dovela terminada ni existen especificaciones escritas que así me lo indiquen”. Cualquier parecido con el derrumbe del gimnasio de Villa Urquiza no es pura coincidencia.


PAGA EL ESTADO

Según una fuente que concurre a las tuberías a diario, la idea del Gobierno porteño es avanzar lo más rápido posible y cueste lo que cueste. Este aceleramiento desmesurado quedó demostrado con el hecho de que durante buena parte de la obra, la empresa Ghella no había contratado un seguro ambiental por daños, un requisito que para una empresa de esta envergadura no se le pudo haber escapado. Este requisito está impuesto por una ley del año 2002. Sin embargo, la firma recién tomó un seguro de estas características cuando se lo ordenó la Justicia, ante un amparo presentado por el legislador porteño de Diálogo por Buenos Aires, Eduardo Epszteyn.

Tras la orden judicial la empresa subsanó su olvido. De ese modo, el Estado y los ciudadanos quedaron cubiertos por el plazo de un año, desde el 21 de agosto de 2009 a la misma fecha de 2010.

Sin embargo, lo más curioso se conoció este viernes, cuando se publicó en el Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires una resolución del Ministerio de Desarrollo Urbano donde surge que, el 7 de julio pasado, la empresa señaló que no lo renovaría por otro año. En un primer momento el GCBA exigió a la empresa que tome ese seguro, sin embargo la firma se volvió a negar alegando que “son costos adicionales excesivos”. Al conocerse la decisión, el Ejecutivo, mediante la resolución Nº 442 del Ministerio de Desarrollo Urbano, decidió salir al rescate de la empresa Ghella y tomar el seguro a su cargo, produciéndose una curiosa situación en la que el Estado paga el seguro de un privado. Un claro ejemplo de cómo el Estado subsidia a las empresas privadas de la familia.

“Que Macri no exija la renuncia del Ministro Daniel Chaín y de los demás funcionarios responsables de continuar con las obras del Arroyo Maldonado, a pesar de los contundentes fallos judiciales que ordenan su paralización, sólo se explica por su absoluto conocimiento de los ilícitos que se consuman en este escandaloso hecho de corrupción económica y ambiental. Llama la atención que se llenen la boca hablando de la irresponsabilidad del ingeniero de Villa Urquiza y no revisen las irresponsabilidades propias que ya han producido, al menos, una muerte evitable”, dijo el ex legislador Milcíades Peña.

En la exposición que el GCBA hizo para defender el rescate aduce “razones de emergencia”. La falta de inspecciones de manera intencionada, la negligencia en el control de los materiales y la negativa a contratar un seguro nuevo por parte de la empresa, planta dudas acerca de cómo el Gobierno de la Ciudad Autónoma gestiona la política.

Según la mitología de Buenos Aires, el arroyo –que sigue buena parte de su curso bajo la avenida Juan B. Justo– fue bautizado en honor a “la Maldonado”, una de las amantes del adelantado Pedro de Mendoza. La leyenda cuenta que la Maldonado rompió el cerco de la ciudad, se unió a los indios fue cuidada por una hembra de puma y se unió a los indios querandíes. Al parecer, el colonizador actual de la Ciudad Autónoma quiere volver a poseerla, cueste lo que cueste. No lo detienen ni los derrumbes, ni las muertes, ni la Justicia.


CALAVERA QUE CHILLA

Las obras por los túneles aliviadores del Arroyo Maldonado no sólo traen aparejadas graves irregularidades respecto a la ley 1660 que la promulgó. Otro incumplimiento es que la empresa Ghella no contrató, según lo establece la ley, antropólogos y paleontólogos para saber si allí se encuentran restos de algún pasado cercano o mediato. Así fue que durante las obras se encontró un cráneo. El hallazgo motivó que el legislador porteño por el Encuentro Popular para la Victoria y presidente de la Comisión de Derechos Humanos Juan Cabandié impulse una denuncia judicial para determinar su procedencia.


EXPEDIENTE FANTASMA

La batalla judicial contra la empresa Ghella tiene momentos curiosos. Uno de ellos fue cuando el juez Vicente Cataldo descubrió el faltante de 160 fojas de un expediente administrativo que le habían remitido desde el Ejecutivo porteño a pedido del magistrado. Según señala Milcíades Peña, uno de los impulsores de las causas por las irregularidades cometidas por la firma italiana, en esas fojas estaba el compromiso asumido por parte de la constructora de no hacer cambios al proyecto original ni de exigir adicionales en caso de nuevos gastos que tuviera la construcción. Con ambos requisitos la empresa tampoco cumplió pero siguió trabajando igual.



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