miércoles, 17 de febrero de 2010

“Los jueces no deben gobernar”



En su discurso de inauguración del año judicial en los Tribunales, ante un auditorio de magistrados y funcionarios de Gobierno, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, advirtió que los jueces “no deben gobernar”.

El titular del máximo organismo de Justicia aludió así elípticamente al “partido judicial”, que ha sido motivo de las recientes quejas del Gobierno. “Nuestra acción dentro del Poder Judicial no está enfocada a favor o en contra de ningún partido, sino a favor de la Justicia”, apuntó Lorenzetti, aunque al mismo tiempo, y equilibrando la balanza, agregó que “nuestra Constitución no admite poderes ilimitados”, por lo que “son los jueces quienes deben poner límites a los demás poderes”.

“Que cada uno de los poderes del Estado cumpla con la función constitucional que tiene asignada”, exhortó el titular de la Corte, quien, al enumerar lo que calificó como “reglas básicas”, opinó que “no es buena la judicialización excesiva” de conflictos.

El presidente de la Corte abrió el año acompañado por la vicepresidenta del tribunal, Elena Highton, y los ministros Carlos Fayt, Enrique Petracchi, Raúl Zaffaroni, Juan Carlos Maqueda y Carmen Argibay. En la Sala de audiencias del cuarto piso de Tribunales, que se llenó a tope, estuvieron también el ministro de Justicia, Julio Alak, y los máximos responsables de los fiscales y de los defensores, el procurador general Esteban Righi y la defensora general Stella Maris Martínez.

En el terreno de las definiciones, Lorenzetti sostuvo que el rol de la Corte Suprema y el Poder Judicial es mantener las reglas básicas del funcionamiento social, escritas en la Constitución Nacional. “La Justicia independiente sirve para que el ciudadano tenga confianza en sus instituciones y la seguridad de que siempre va a haber un juez imparcial que protegerá sus derechos”, señaló. Lorenzetti agregó que “los ciudadanos de este país esperan que los jueces protejan sus derechos, les brinden una cobertura para vivir en paz y seguridad, independientemente de las ideas que tengan, sean de derecha o de izquierda, vivan en el interior o en la Capital, sean ricos o pobres, poderosos o débiles”.

En ese sentido, opinó que el gran cambio que demanda el Bicentenario es promover “la reconstrucción del contrato social que cada generación adapta a su época según sus necesidades y desafíos”.

Balance y prioridades

Como un balance de lo actuado, pero también como un criterio de cuáles son los temas considerados prioritarios por la Corte, Lorenzetti pasó revista a lo realizado por el máximo tribunal. Señaló, por ejemplo, que la Corte ha prestado atención especial a los derechos económicos y sociales, al resolver cuestiones vinculadas con los trabajadores (como el fallo en favor de la libertad sindical) y los jubilados. “Estamos convencidos de que la noción de ciudadanía es una caricatura si alguien no tiene los elementos básicos, los denominados bienes primarios, para poder ser un ente moral autónomo y tomar decisiones.”

“La justicia con demoras no produce resultados que logran la paz espiritual que necesitan aquellos que están en conflicto”, reconoció en otro tramo de su discurso. El ministro defendió el programa de informatización de los tribunales como un mecanismo para acelerar la tramitación de las causas, y agregó que otra de las tareas que se han tomado ha sido la de mejorar la calidad de las pericias. “Hemos implementado un mejor sistema en el Cuerpo Médico Forense –donde ha trabajado mucho la doctora Argibay–, y también hemos iniciado un proceso de reglas más transparentes de funcionamiento en el Cuerpo de Peritos Contadores”, a cargo de la doctora Highton de Nolasco. Lorenzetti completó en panorama informando que este año comenzará a trabajar el recientemente creado instituto de investigación, que a cargo de Eugenio Zaffaroni indagará sobre los principales temas que aquejan a la Justicia.

Varios integrantes de la Corte habían tenido durante enero fuertes cruces con el Gobierno, que a raíz del fallo de la jueza María José Sarmiento que restituyó a Martín Redrado en el Banco Central denunció la existencia de un “partido judicial”. En esos días, hubo rumores de que Lorenzetti integraría la fórmula presidencial del 2011 con Julio Cobos, pero el titular de la Corte salió personalmente a desmentirlo.



Sin embargo, como dice Coco Plaza en MEJOR QUE TENER ES SER:

"...Ahora bien, para que no haya apreciaciones desde ningún sector en cuanto al término: “PARTIDO JUDICIAL”, habría que proceder en la práctica, en el funcionamiento, que en las evidencias deja mucho que desear; y sino, echemos una mirada a lo que sucede con muchos jueces federales y otros no tanto. También, hagamos una mirada de observación sobre las inclinaciones de corte ideológico de sectores del Poder Judicial, tanto sobre los casos conocidos como en crímenes de lesa humanidad ó véase la intervención sobre leyes sancionadas y promulgadas (caso Ley 26.522 – de Servicios de Comunicación Audiovisual); podemos sumarle en algunos casos puntuales la judicialización de asuntos políticos competentes al Poder Ejecutivo Nacional (caso Redrado, B.C.R.A., DNUs, etc.).

"Siempre hay deterioro de imagen en el proceder corporativo de jueces y los ejemplos sobran. Es correcta la apreciación de Lorenzetti... pero MEJOR QUE DECIR ES HACER para no faltar a lo expresado, sino el término "partido judicial" sería lo que corresponde."




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